Cortesía
13 de Noviembre de 2018
Por:
Redacción Credencial

Andrea Echeverry y Héctor Buitrago, integrantes de la agrupación Aterciopelados, hablaron con Revista Credencial sobre su más reciente videoclip, Dúo.

Dúo dinámico, surrealismo mágico

Él ‘punketo’, ella ‘gomela’. Ella de ángeles, él de calaveras. En medio de la exuberancia estética que caracteriza a esta ya clásica banda de rock bogotana, los Aterciopelados relatan en Dúo, la historia de su carrera musical desde los personajes de Claro y Oscura.

 

¿Por qué deciden usar el blanco y el negro al hablar de sus opuestos, teniendo en cuenta el estigma de que lo blanco es bueno y lo negro es malo?

Andrea Echeverry: Tiene que ver con el concepto general de Claroscura, nuestro álbum. Hay dos personajes que tienen humor y exageración: Claro y Oscura. Él está con el cielo azul y yo tengo la nube negra, algo como de cómic. Al final quedó con algunos toques de color. La canción tiene una energía ‘rockera’. No hay luz sin oscuridad ni oscuridad sin luz.

Héctor Buitrago: Cuando llegamos a ponerle nombre al disco nos dimos cuenta que muchas canciones eran claras, otras oscuras y otras quizá grises. Como todo en la vida. Ahora que hay tanta polaridad, quisimos hablar de ese contraste.

 

¿Cuál fue la parte más divertida –y la más tediosa– de reconstruirse a ustedes mismos como dos personajes para plasmarlos en este video?

Andrea Echeverry: La parte gráfica estuvo muy chévere y fluida. Nos comunicamos por whatsapp para resolver dudas como cuáles eran los personajes que más nos identificaban. Por ejemplo, el mío es cuando era monita y tenía las gafas de corazón. El de Héctor es con rastas y chaqueta de taches o el que tiene que ver con Ecología. El vestuario fue interesante. Decidir quién estaba de blanco y quién de negro. A mí no me gustó la pinta blanca, me pareció como medio de enfermera pero de resto todo fue muy chistoso y divertido. La filmación fue rara porque estábamos en una plataforma giratoria y no era tan fácil. Ocho horas en ese proceso… ¡nos enfermamos! Girábamos y nos caíamos. Nos llenábamos de polvo.

 

¿Qué ha sido lo que consideran que ha marcado su evolución como artistas desde que iniciaron hasta hoy?

Andrea Echeverry: La palabra evolución es buena. Nosotros siempre cambiamos mucho, sobretodo en la parte de sonido. Nuestra evolución se ha marcado en los temas que cada uno ha ido escogiendo. A Héctor le gustó el ecologismo y la ancestralidad. Empezó ‘re punketo’ y ahora es activista y vegetariano. Yo me he enfocado más en el feminismo y derechos humanos.

 

En este momento, cuando las redes sociales tienen un papel importante en la sociedad y la banalidad se ha tomado muchos escenarios: ¿Cuál sienten que es el reto o propósito con su música?

Andrea Echeverry: Seguir haciéndola. Emitir desde la trinchera porque definitivamente no estamos de moda y lo que hacemos no tiene nada que ver con lo que está pegando. Tenemos un recorrido en el que hemos ido estructurando una estética y unos mensajes importantes. La ecología, el feminismo, la no violencia y el respeto por lo ancestral, son cosas que han estado ahí desde siempre y que de alguna manera nos ayudan a hacer unas canciones súper bonitas. Que la música, además de acompañarte, sea un sonido lindo, que puedas bailar, que te anime, que te ayude también. Esta es una sociedad muy rara, muy retorcida, muy banal y muy superficial. Está bien que algunas canciones te digan “tengo que quererme a mí y no mirar la de la foto o no estar todo el tiempo tratando de ser otra persona”. En nuestra música hay una defensa de la identidad propia, de la individualidad. Una lucha contra el estereotipo.

 

Vea aquí el video: