Fotografía | Gustavo Martínez
18 de Diciembre de 2017
Por:
Redacción Credencial

Tras minuciosos diagnósticos y juiciosa intervención, durante 14 años, este ejemplo maravilloso de la arquitectura manierista, con rasgos múltiples del barroco en sus versiones en América, se muestra hoy en su esplendor inicial de hace cuatro siglos.

VIDEO | Así quedó, tras su restauración, la iglesia de San Ignacio

Esta sólida edificación, situada en el centro de Bogotá, tuvo su origen en 1610 cuando comenzó su construcción. El jesuita italiano Juan Bautista Coluccini, inspirado en los templos de la Compañía de Jesús en Roma, trazó los primeros bocetos de lo que hoy podemos disfrutar en su recién estrenada restauración. Con el paso de los siglos, un avanzado proceso de deterioro puso en riesgo la estabilidad del edificio. Tras minuciosos diagnósticos y juiciosa intervención, durante casi 15 años, este ejemplo maravilloso de la arquitectura manierista, con rasgos múltiples del barroco en sus versiones en América, se muestra hoy en su esplendor inicial de hace cuatro siglos. Las fachadas, las cúpulas, las bóvedas, los pisos y las columnas fueron intervenidas para recuperar su situación original; las estructuras básicas fueron reforzadas para su resistencia antisísmica.