Silvia Tcherassi
6 de Diciembre de 2012
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Ningún diseñador colombiano ha llegado tan lejos como ella. ¿En qué radica su éxito? La barranquillera le confiesa a Margarita Vidal cuáles son las claves de su triunfo y le confirma que sigue interesada en convertir el Hotel El Prado de Barranquilla en un Hotel Tcherassi. 

Por Margarita Vidal

Silvia Tcherassi: “La moda es el reflejo de lo que queremos ser”

Una mujer tan exitosa, a la que todo parece salirle siempre a la perfección, podría tener un ego inmenso y una cierta actitud de diva. Pero no: Silvia sigue siendo la misma barranquillera que se declara soñadora y agradecida con Dios y con la vida, y que se sabe rodeada de una familia y un equipo que nunca tienen problema en decirle siempre la verdad. He ahí una de las primeras claves de su triunfo. A continuación, ella misma se encarga de esbozar las demás.

Aparte de diseño y confección, ¿qué otros campos abarca el término ‘moda’? 
-No sólo lo que vestimos: la moda es un reflejo de lo que somos y lo que hacemos; es el reflejo de lo que queremos ser y es como un pasaporte a vivir ciertas experiencias. La moda hoy se considera parte de la industria del lifestyle y eso ha permitido a diseñadores como yo incursionar en campos como el hogar y la hotelería.

¿Cómo se reflejan sociedad y costumbres en la moda?
La moda es el reflejo de la época en que se la produce: está íntimamente conectada con el entorno, pero también puede ser un antídoto contra los malos tiempos. Después de la crisis de 2008 se dio el renacer de Cèline, la consagración de Haider Ackermann, los nuevos aires en Saint-Laurent y Dior, la aparición de los nuevos talentos de la moda americana como Wang, Rodarte y Altuzarra. Esto genera una nueva dinámica que termina por contrarrestar efectos negativos de la recesión.

Para usted, ¿qué períodos en la historia de la moda han sido más interesantes, o drásticos, a partir del miriñaque?
-Es interesante la primera mitad del siglo XX, cuando Paul Poiret libera a la mujer del brasier y Chanel toma referencias de la moda masculina para hacer la suya más cómoda. Y también la llegada de la minifalda, no por la prenda en sí, sino porque confirmó que la mujer estaba dispuesta a mostrar su cuerpo.

¿Cómo se plasman en la moda conceptos como ‘libertad’ e ‘identidad’?
-Cuando cada persona hace suya la moda, adaptando las tendencias a su cuerpo y estilo de vida por su propia voluntad. Cuando la combina con sus propias prendas y accesorios que ya están en su ropero, refuerza su identidad.

¿La calidad y la buena factura no son dos conceptos elitistas?
-El precio de un producto depende de tres factores: los materiales, el tiempo invertido en crear y en producir y el prestigio de la marca. Si la persona quiere una pieza única o elaborada con los mejores materiales, tiene que pagar por ella. Si quiere buen diseño y no necesariamente buenos materiales para darse una especie de gratificación instantánea, también hay muchas opciones. No apruebo que diseñadores sin productos originales ni calidad, con una etiqueta de precio alto traten de reflejar un prestigio que no tienen. 

¿Cree que firmas como Mango, Zara y H&N, representan la ‘democratización de la moda’?
-Es democratización en términos de acceso a diseño, pero no de calidad. La gente tiene que entender que eso es fast fashion: que así como llega y se va rápido en las tiendas, así será de corta la duración en sus roperos porque, en muchos casos, ¡no aguantan una tercera lavada!

Usted afirma que la moda es ‘arte’. ¿Puede serlo algo tan efímero?
-Hay muchos géneros del arte efímeros, como las instalaciones y performances. En la moda, más que prendas, veo conceptos, procesos creativos, intervenciones y, aunque eso termine en una prenda que es efímera, los parámetros son muy parecidos a la creación de una obra de arte. Y hay prendas que son verdaderas obras de arte: la gente salía de la exposición de Alexander McQueen en el Museo Metropolitano de Nueva York, diciendo: “No era un diseñador, era un artista”.

¿Cómo analiza la descripción de la moda como algo ‘eminentemente frívolo’?
-La cantidad de empleo que la moda genera, las divisas que produce, las tendencias que suscita por fuera de su campo, el aporte que hace a la consolidación de nuevos mercados y nuevos segmentos en el nuevo orden global, no son nada frívolo. Frívolos son las víctimas de la moda, los que prefieren endeudarse para comprar algo que no pueden, o los diseñadores que quieren triunfar sólo para ser famosos. 

Hoy la crítica considera a Nicolás Ghesquière el más talentoso diseñador. ¿Qué aportan a la moda creadores vanguardistas como él?
-Demostró cómo una marca puede evolucionar permaneciendo fiel a los códigos de su fundador. El prestigio de una marca vive de su pasado y de la promesa de seguir vigente. Si hablamos de vanguardia en términos, me gusta explorar y experimentar con materiales y procedimientos, hasta el punto de que ya varios de mis ‘experimentos’ forman parte del ADN de mi marca.

¿Qué tipo de vestido de gala diseñaría para cada una de estas ‘mujeres ícono’?
-Sofía Loren: Armani lo hace muy bien, enmarcando su rostro, su mirada y resaltando su silueta. De pronto utilizaría un color plata; la hemos visto mucho de rojo, negro y pasteles.

¿Cómo es su proceso creativo?
-Empieza con los materiales. Ellos me inspiran; uno de mis momentos favoritos es ir a los talleres de Europa a crearlos. El tema, más que inspiración, es un elemento que le da coherencia visual, pero eso generalmente llega después, cuando descubro ciertos códigos ocultos en las telas o en los primeros prototipos. 

Su carrera ha sido meteórica y exitosa, cosa poco usual en el medio. ¿A qué lo atribuye?
-Me inicié en esto sin proponérmelo, pero cuando me di cuenta de que era lo mío, lo tomé en serio y desde entonces vivo sintonizada con el mundo de la moda internacional. 

Ropa, accesorios, zapatos, bisutería, línea hogar, perfumes, hotel, restaurante… ¿Cuál es el límite?
-El nuevo modelo de crecimiento de los diseñadores viene dado por proyectos de colaboración y extensiones de marca, por eso las posibilidades son muy variadas. Una vez hasta me ofrecieron diseñar los accesorios para un carro.

¿Es cierto que quiere convertir el Hotel El Prado en un Hotel Tcherassi?
-Estamos estudiando varias alternativas para la expansión del Tcherassi Hotel, y Barranquilla es uno de los destinos que tenemos en la mira. Teniendo en cuenta la historia, belleza arquitectónica y valor como patrimonio cultural del Hotel El Prado, en su momento expresamos nuestro deseo de participar en el proceso de su recuperación para devolverle su grandeza como icono del Caribe. 

¿Cómodefine la elegancia?-Algo que es natural, ni posado ni fingido, una cierta actitud, un comportamiento. Y no depende de la ropa que se lleve.

 

Características que tiene en cuenta al diseñar un vestido para una clienta determinada.
-Su figura, su estilo de vida y la ocasión donde lo va a lucir. Siempre hay que tener en cuenta que el vestido no es el protagonista, sino la mujer que lo lleva.

¿Qué usar el 31 de diciembre?
-Depende del lugar. No es lo mismo recibir el año en un club de Bogotá, en una reunión familiar en Medellín o en la fiesta de mi hotel en Cartagena. En este último caso, un atuendo casual pero sofisticado en blanco con acentos metálicos es perfecto.

¿Y cuáles son las tendencias para el próximo año?
-Retorno al minimalismo, incorporación de técnicas de alta costura, influencia de la moda masculina y mucha innovación en los materiales. Además, el protagonismo de los accesorios continúa. 

        

En moda, ¿cuáles son los pecados que una mujer debe evitar?
-Tratar de mostrar demasiado y revelar cuánto le costó un traje. Debe vestirse para ella misma, no para las amigas o el marido.