Fotografías: Archivo particular
8 de Agosto de 2012
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Mientras unos la rechazan y se burlan de sus creencias, otros parecen tan obsesionados con la cienciología que llegan a desconectarse de sus seres queridos cuando les parece que interfieren con su religión. Ahora que todo el mundo habla del divorcio de Tom Cruise y Katie Holmes, vale la pena preguntarse qué es la cienciología y por qué despierta tantas pasiones.

Por Iván Hurtado

Los misterios de la cienciología

Hace 75 millones de años, cuando la Tierra se llamaba Teegeeack, el gobernante Xenu decidió que la solución a la sobrepoblación de la confederación galáctica, compuesta por 90 planetas, era llevar seres a volcanes terrestres y bombardearlos. Con ello, las personas fueron destruidas y sus thetans (algo así como sus espíritus) fueron liberados. Pero estos thetans aún interactúan entre sí, afectando el conocimiento de las personas y causando enfermedades. 

Esta información hace parte de los materiales avanzados de la cienciología, escritos, como todos los demás textos fundacionales de la religión, por L. Ron Hubbard, un autor de ciencia ficción que en los años 50 publicó su estudio de la mente bajo el título Dianética, la ciencia moderna de la salud mental, rechazado por los psiquiatras de Estados Unidos (la cienciología ahora se opone a la psiquiatría). Angélica Torres, directora de asuntos comunitarios de la Iglesia de Scientology de Colombia, dice que “dianética es un antecesor y subestudio de la cienciología. La palabra significa ‘lo que la mente le hace al cuerpo’ y fue el estudio fundamental desde el cual L. Ron Hubbard fue capaz de desarrollar todo el estudio, mucho más extenso, del espíritu humano”. 

Ese estudio más extenso del espíritu humano se convirtió en la cienciología, una religión que, según Torres, cuenta con diez millones de feligreses en el mundo y 20.000 en Colombia, donde llegó en 1976. En el Centro Cultural de Dianética y Cienciología, en Bogotá, señalan que personas de todas las creencias y religiones pueden pertenecer a la cienciología. “Los scientologists encontramos que nuestras propias creencias religiosas y convicciones se esclarecen gracias al estudio de la cienciología —explica Torres—. Esto es muy simple de entender: para nosotros todas las personas son seres espirituales, la cienciología se dirige al espíritu y por lo tanto no hay conflicto alguno con otras creencias o convicciones religiosas, pues el estudio y manejo del espíritu humano (que es la base de la cienciología) es también el común denominador de todos los demás esfuerzos religiosos del hombre a través de la historia”.

Para progresar en el conocimiento espiritual, la religión cuenta con un E-Meter, un aparato parecido a un polígrafo usado en la ‘auditación’, que, según Torres, “es una de las dos prácticas religiosas fundamentales en nuestra iglesia, y es el asesoramiento espiritual en el cual nuestros feligreses tienen la oportunidad, por ellos mismos, de inspeccionar su vida como seres espirituales y lograr una mayor conciencia espiritual. Con esta nueva conciencia incrementada viene una mayor capacidad para lidiar con los problemas de la vida, para ayudar a otros, lo cual es algo muy común entre los scientologists”. 

La otra práctica fundamental se basa en los cursos, donde se estudian los textos de L. Ron Hubbard. “Hay unos muy fundamentales que cualquier persona puede hacer —dice Angélica Torres—: cursos sobre cómo mejorar la comunicación, mejorar las relaciones interpersonales, comprender mejor a otros, criar a los niños, etc. También hay seminarios, conferencias y talleres completamente gratuitos para ayudar a la comunidad”. En un artículo que apareció en The New Yorker en 2011, Lawrence Wright cita a un investigador que sostiene que los cursos cuestan cerca de 360.000 dólares, lo que la iglesia desmiente diciendo que el valor de las donaciones empieza en cincuenta dólares (96.000 pesos colombianos) y no podría alcanzar esa cifra. 

Mientras la información sobre Xenu pertenece a los cursos más avanzados, los principios fundamentales, de acuerdo con Torres, son: “El ser humano es un ser espiritual inmortal. Su experiencia va mucho más allá de una sola vida. Sus capacidades son ilimitadas, aun cuando en la actualidad no se dé cuenta de ello. La cienciología sostiene que el hombre es básicamente bueno y que su salvación espiritual depende de sí mismo, de sus semejantes y de su logro de la hermandad con el universo. Es decir, los scientologists tenemos el punto de vista de que no somos cuerpos, sino seres espirituales que tienen un cuerpo y una mente”.

La famosa cienciología y la cienciología de los famosos

En el tráiler de The Master, la nueva película de Paul Thomas Anderson que se estrenará a finales de año, se ve a un hombre diciendo: “Sabes que lo está inventando a medida que avanza”. La película narra la historia de alguien que funda una religión con muchos puntos en común con la cienciología, y ya fue motivo de controversia debido a esta frase. Tom Cruise, el más famoso cienciólogo ―e íntimo amigo del líder de la iglesia, David Miscavige (quien fue el padrino de su boda con Katie Holmes)― asistió a una función exclusiva por invitación del mismo Anderson, quien lo dirigió en Magnolia, y según han reportado varios diarios estadounidenses, la frase no fue muy bien recibida por el actor.

La controversia coincide con el divorcio de Cruise, supuestamente también por razones relacionadas con la cienciología, pues se especula que Holmes no quería que su hija fuera enviada a Sea Org, una orden nacida en los barcos de Hubbard que hace firmar a sus miembros contratos hasta por mil millones de años. En los dos casos las noticias no han sido muy bien recibidas por los cienciólogos, quienes reconocen en Cruise a su mayor celebridad y parecen inclinados a atraer a los famosos (cuentan incluso con una sede, el Celebrity Centre, en Hollywood, y con una revista titulada Celebrity). Angélica Torres, sin embargo, aclara: “La iglesia no busca obtener el favor de las celebridades, es tan sólo algo natural el hecho de que los artistas, con su enorme capacidad y visión estética del mundo, se acerquen para encontrar las respuestas y herramientas que necesitan para la vida, al igual que cualquiera puede hacerlo. De hecho es una política firme de la iglesia no usar el nombre de una celebridad para la promoción de la cienciología”.

Habrá que esperar a las reacciones que genere el estreno de The Master. Lo que parece casi seguro es que traerá otra oleada de interés por la cienciología.