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26 de Mayo de 2017
Por:
Catalina Barrera

El yerno del presidente de Estados Unidos es una figura construida a imagen y semejanza de su suegro. El FBI ha incluido a Jared Kushner en la investigación por presunta interferencia de Rusia en las elecciones. A propósito, cómo es y de dónde viene el asesor consentido de la Casa Blanca.

Jared Kushner, el pequeño Trump

Los sicólogos dicen que, para casarse, los hombres siempre buscan a alguien que se parezca a su madre, y las mujeres alguien que se parezca a su padre. Ivanka Trump parece haberlo cumplido al pie de la letra. Aunque parecen polos opuestos, Jared Kushner ‒el tímido‒ y Donald Trump ‒el osado‒ tienen más de una cosa en común.

 

Kushner es un “Trump chiquito”. Los dos son hijos de magnates inmobiliarios. Los dos tuvieron que hacerse cargo, a muy temprana edad, del emporio de la familia porque sus padres estaban encarcelados. Los dos impulsaron sus propias inversiones pero se aprovecharon de la fuerza de sus apellidos.

 

A los 25 años, Kushner compró el semanario New York Observer. Por la misma época se hacía cargo del emporio inmobiliario de su familia mientras su padre, Charles Kushner, iba camino a la cárcel por evadir impuestos. Jared Kushner se convirtió hace poco en el yerno del presidente de Estados Unidos, pero mucho antes ya era conocido como uno de los jóvenes millonarios más exitosos de ese país.

 

Como buen magnate inmobilario, Kushner ha logrado salvar grandes construcciones que estuvieron en peligro luego del escándalo de su padre. Una de esas, el reconocido edificio 666 ubicado en la Quinta Avenida en el centro de Manhattan, Nueva York. A diferencia de Donal Trump, que usaba el recurso de la bancarrota para salvar sus inmuebles, Kushner hizo inversiones prominentes y ventas de algunos terrenos para salvar otros.

 

La pareja más pareja

Kushner tiene 36 años y es descendiente de una familia judía que sobrevivió al holocausto. Conserva la tradición ortodoxa y convenció a Ivanka, presbiteriana, de convertirse al judaísmo. La pareja se conoció en 2005 y se casó cuatro años después. Mucho antes de revelarse la candidatura de Trump a la Presidencia de Estados Unidos, Ivanka y Jared ya tenían su propio emporio económico.

 

Ivanka Trump, de 35 años, la segunda de los cinco herederos del opulente mandatario, pasó de modelo a empresaria. Dejó de protagonizar campañas publicitarias de Tommy Hilfiger y Versace para crear su propia marca de ropa y accesorios. Claro, también se convirtió en la consejera privada de su padre en la Casa Blanca. Así, explota sus apariciones públicas para usar sus modelos o diseños. El 6 de abril de este año, tras el encuentro entre Trump y el presidente de China, Xi Jinping, Ivanka logró registrar dos marcas más, de las 16 que ya tenía en el gigante asiático. Las solicitudes se habían presentado el 17 de mayo del año pasado. La marca Ivanka Trump compite con grandes diseñadores y va un paso adelante gracias a los bajos precios que consigue con la manufactura china. Pero esta línea de moda también enfrenta sospechas de competencia desleal al aprovecharse del respaldo del presidente Trump.

 

De acuerdo con el diario The New York Times, Kushner, que comparte casi todas las posesiones con Ivanka, tiene una fortuna avaluada en 741 millones de dólares. Luego del triunfo de Donald Trump, vendería su participación en New York Observer para evitar un conflicto de intereses. Kushner, que ya se perfilaba como la mano derecha de Trump, sabía a lo que jugaba.

 

Durante la campaña de su suegro, el pequeño magnate usó una típica y muy estratégica herramienta millenial: reventar las redes sociales. Gracias a su conocimiento de Twitter, Facebook y las demás plataformas de comunicación inmediata, logró hacer del “Make America great again” (América grande otra vez) una marca registrada, casi un himno republicano. Así se ganó la confianza de su suegro. Tanto que el flamante Presidente estiró las leyes federales contra el nepotismo hasta lograr nombrar a Jared como asesor especial de la Casa Blanca. Ivanka corrió una suerte parecida y se coronó, al lado de su marido, como una “Segunda dama”, tan importante como Melania en los compromisos sociales. Aunque su cargo de asesora oficial de la Casa Blanca no es remunerado, los medios han cuestionado su imposibilidad de dejar a un lado sus intereses personales.

 

Aunque Ivanka y Jared dicen haberse comprometido solo con los intereses de la administración de Donald Trump, sus funciones están en entredicho gracias a los negocios que siguen manteniendo fuera de la Casa Blanca. Según la agencia de noticias AFP, “la fuerte influencia de la joven pareja sobre Trump ha levantado cuestionamientos sobre un posible conflicto de intereses y alimentado un debate sobre la ausencia de límites definidos entre los negocios de la familia y las actividades políticas de varios de sus miembros”.  

 

Los Kushner Trump, entretanto, ya se han mudado a Washington D.C. La pareja y sus tres hijos ahora viven en una mansión avaluada en 5,5 millones de dólares (más de 15 mil millones de pesos colombianos). Según Eric Lipton y Jesse Drucker, reporteros del diario The New York Times, “el Sr. Kushner renunció de más de 200 posiciones en las asociaciones y sociedades de responsabilidad limitada que componen la multimillonaria empresa de bienes raíces de gestión familiar. Sin embargo, el informe de divulgación de información financiera muestra que el Sr. Kushner seguirá siendo un beneficiario de la mayor parte de esas mismas entidades”. ¿Alguien duda de que se ha transformado en uno de los hombres más poderosos del planeta?

 

*Publicado en la edición impresa de mayo de 2017.