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16 de Febrero de 2017
Por:
Cecilia López Montaño

Tras la aprobación de la reforma tributaria, la trepada de la inflación y la sospecha de un año más bien parco en materia de ingresos, la exministra Cecilia López Montaño nos cuenta qué hacer para que rinda la plata.

 

 

Consejos para defenderse del costo de vida en 2017

Un aumento de 3 puntos en el IVA, mayores gravámenes a la tecnología y el impuesto a la gasolina, entre otros recaudos que incorporó la reforma tributaria, tienen en vilo a los colombianos en materia económica este año. Por tal motivo le pedimos a la exministra Cecilia López que nos escribiera un artículo sobre el impacto de estos cambios económicos en los bolsillos de los colombianos, tanto en los que están vacíos como en los que andan llenos. El análisis, que pueden leer en la edición impresa de febrero, incluye el siguiente recuadro, en el que López aconseja cómo defenderse del costo de vida dependiendo de sus ingresos.

 

 

Recomendaciones para aguantar

 

A las clases bajas, además de la responsabilidad que le corresponde al Gobierno:

 

Compren marcas blancas, las que ofrece cada cadena.
Consuman alimentos que están en cosecha.
Recuerden: las tiendas de barrio que les fían, hoy tienen competencia en productos básicos.

 

Clases medias: para este grupo muy golpeado, las recomendaciones son:

 

Elaboren presupuestos mensuales, organicen sus gastos para no endeudarse.
Ahorren en el sistema financiero para tener crédito y no acudir al “cuenta gota”.
Compren marcas blancas.
Ajusten mercado a cosechas de alimentos.
Acudan a subsidios de vivienda.
Frenen gastos en combustibles: a usar bicicleta y a caminar.
Usen las nuevas plataformas digitales para vender objetos que no necesitan, o para crear un negocio que les permita tener otras fuentes de ingreso.
Recuerden que los servicios de entretenimiento digital ahora pagan impuestos: revisen sus suscripciones y cancelen las que no utilizan.
Planeen las salidas familiares y comida en restaurantes con cupones de descuento, que han ganado espacio en el mercado colombiano.

 

Clases altas: no necesitan recomendaciones, el aumento de sus costos se lo trasladan al consumidor en sus negocios.

 

 

*Lea el artículo completo en la edición impresa de febrero de 2017.