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4 de Septiembre de 2017
Por:
Maria José Arboleda*

Una vez que se decide contraer matrimonio, la pareja entra en el trance de organizar una celebración que, en muchos casos, termina siendo una tortura. ¿Cómo hacer de la fiesta un momento inolvidable… y feliz?

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¿Cómo lograr la boda perfecta?

Imaginemos que ha llegado el gran momento de comprometerse con una persona para toda la vida. Afloran sentimientos de emoción, ansiedad y nerviosismo porque ese compromiso significa unirse a la pareja que tanto nos costó encontrar, y porque, a la vez, acarrea la planeación de un evento que sea equivalente a la importancia de la decisión.

 

Hay que ser totalmente francos: hay familias que no superan este periodo. ¿Cómo hacerlo más fácil y agradable para todos los implicados?

 

1. Incluya a su pareja y, entre ambos, definan el estilo de boda que quieren

 

Es vital conocerse mutuamente; alinear los sueños que vienen de cada lado y lograr elegir en conjunto lo que más los identifique para la boda. Así podrán elegir el tipo de ceremonia (católica, civil, u otros ritos) y el tamaño del evento, ligado obviamente al presupuesto disponible.

 

2. Coticen tres lugares en orden de preferencia

 

Es bueno hablar sobre cómo imaginan ese día y ponerse de acuerdo sobre el lugar ideal para celebrarlo. Un buen consejo: elijan tres posibles lugares en orden de preferencia y salgan a cotizar y verificar la disponibilidad para la fecha escogida. Muy probablemente los factores de la vida real, como el costo y las reservas ya existentes, resolverán el asunto por ustedes. Importante: si el lugar escogido es fuera de la ciudad, es necesario realizar cálculos de los gastos extras por desplazamiento de personas y menaje.

 

3. Decidan, realmente, a quién quieren invitar

 

Este es uno de los puntos más sensibles de la agenda. Si los mismos novios están pagando su fiesta, no hay protocolo estricto sobre las personas a las que deberían invitar por ‘educación’. Pueden definir si hacen una celebración pequeña con sus amigos más allegados, o si incluyen a las familias o los amigos de sus padres. En Colombia todavía se mantiene la tradición de que, si la familia de la novia tiene los recursos para llevar a cabo este evento, paga el cien por ciento de la fiesta; la del novio, mientras tanto, debe encargarse de los gastos de la iglesia, que incluyen flores, música y honorarios del sacerdote o la parroquia. Es recomendable que cada parte haga una lista de las personas que realmente considera indispensables para ese día. Luego, con el número real de personas a las que se quiere invitar, ajustar el listado. Un truco para esta parte: al definir los invitados, conseguir inmediatamente correo electrónico de cada uno, segundos apellidos y dirección física.

 

4. No dejen la música para última hora

Un factor importantísimo en el éxito de una fiesta de matrimonio es la música. Qué tan acorde es esta con el estilo de los novios y sus invitados es crucial. Investiguen primero y determinen si quieren tener orquesta o si quieren que la fiesta dependa únicamente de un ‘disc jockey’. Todavía hay personas que prefieren una fiesta con ritmos caribeños tradicionales, y para ellas existen maravillosas agrupaciones con talentosos músicos, quienes además pueden apoyar en los momentos de descanso con un Dj propio. Otros, definitivamente, se van por la alternativa más sencilla y moderna: el Dj. La recomendación es reunirse con él con anticipación y darle a conocer los gustos musicales de cada uno. Fundamental comentarle las canciones o ritmos que aborrecen, y enfatizar en aquellas canciones que no pueden faltar. Otro truco muy útil: crear una lista de música en iTunes o Spotify que sea un reflejo de su fiesta soñada, y compartirla con el Dj unas semanas antes de la boda.

 

5. Si no quieren un planeador, al menos elijan un decorador

 

Ustedes pueden elegir si contratan un planeador de bodas para este proyecto, o si se encargan personalmente de todos los detalles. Si deciden prescindir del servicio de estos profesionales, que admiro pero personalmente detesto cuando olvidan que deben ser invisibles y terminan ‘robándose el show’ en los eventos, les recomiendo que al menos deleguen la decoración a un experto. No es labor de los novios estar armando floreros y sufriendo porque las rosas se marchitaron en el camino, horas antes de la celebración. Una de las herramientas más usadas actualmente por su utilidad es la plataforma Pinterest. A través de esta, pueden armar tableros de imágenes que les gustan, y recrear visualmente cómo quieren que se vean las mesas, los adornos de la ceremonia, el vestido, los peinados, entre otros. Con alto o bajo presupuesto, pueden crear un espacio de ensueño. Simplemente, escojan un concepto, una paleta de color y alguna flor que sea la protagonista de la historia que la decoración contará a los asistentes. Aquí debe incluirse, por supuesto, el ramo de novia y los botoniers del novio, el papá de la novia y los padrinos. l servicio s de la boda. ancionee iminterest. En u celebracieros el dies. Si decide precindir del servicio s de la boda. ancione

 

6. Prefieran la espontaneidad en la fotografía

 

Los fotógrafos de ahora son muy distintos a los de antes. Buscan captar a través de su cámara momentos absolutamente espontáneos y sin pose. Ya pasó de moda la clásica foto planeada de los invitados, con orden de estatura y con giros estudiados. Actualmente hay muchos jóvenes dedicados a la fotografía de bodas. Personalmente, considero que esta contratación es esencial. Finalmente, serán los recuerdos que perdurarán para siempre.

 

7. En cuanto al vestido, no siempre lo que tiene en mente la novia se le ve como ella sueña

 

Me atrevo a decir que todas las mujeres del mundo han soñado alguna vez con su vestido de novia. Es uno de los temas más importantes del listado, sea la novia una fashionista declarada como yo, o simplemente una mujer que quiere sentirse bonita y elegante el día de su boda. Mi recomendación de rigor en este punto: pedir cita primero en las casas de vestidos de novia de tradición para medirse varios modelos y captar el estilo y la silueta correcta. No todas las mujeres somos iguales; probablemente lo que tenemos en la cabeza no se nos ve como soñamos, así que una muestra de realidad es fundamental. A partir de esta prueba, la novia puede definir si compra un vestido ya confeccionado o manda a hacer uno a su gusto. Si al medirse vestidos encuentra el perfecto; o, como a veces pasa, “él lo encuentra a usted”, ¡no busque más y lléveselo! El novio debe buscar un vestido acorde con el lugar y la hora de la ceremonia. Si el código de vestimenta es ‘traje de coctel’, debe usar un traje de sacoleva, que consta de un pantalón a rayas grises, corbata y chaqueta con cola. Si es ‘corbata negra’, utilizará un frac: chaqueta de cola, pantalón negro, chaleco y corbatín blanco. Para una boda en clima cálido, un vestido completo de lino es lo más recomendado, acompañado de camisa y corbata de colores claros. Los pajecitos acompañarán la entrada de la novia, así que lo recomendable es que usen vestidos que vayan en línea con el de ella y/o con la decoración de la ceremonia. Es importante mantener y aprovechar el carácter infantil y dulce que tienen los niños, y evitar hacerlos ver mayores.

 

8. Manden a hacer las argollas con dos meses de anticipación

 

Uno de los momentos más significativos de la ceremonia de matrimonio es el intercambio de argollas. Cuente al menos con dos meses de anticipación para mandar a hacer este símbolo de compromiso entre los dos. La de ella debe ser del mismo estilo que el anillo de compromiso; la de él, preferiblemente a media caña y en oro amarillo. No olvide marcarlas con el nombre del cónyuge y la fecha de la unión en matrimonio.

 

9. Envíe las invitaciones a tiempo

 

Diseñe la invitación o busque a un proveedor dedicado a esta especialidad. Las invitaciones físicas deben entregarse dos meses antes de la ceremonia y la recepción. Si la boda se celebra fuera de la ciudad, es recomendable mandar un Save the date (reserve la fecha) con cuatro meses de anticipación, para que los invitados puedan gestionar estadía, traslado y otros. Si quiere enviar participaciones, sigue siendo utilizado y bien visto. Esta tarjeta representa una atención a personas que son importantes para la pareja y su familia, pero que no pudieron ser incluidas en la lista de invitados.

 

10. La comida también depende del lugar

 

Elijan un menú que vaya alineado a sus gustos y al lugar y hora de la fiesta. Si celebran su matrimonio en clima cálido, prefieran pasabocas y comida fresca y ligera. Si, por el contrario, se lleva a cabo en un lugar frío, al mediodía o en la noche, pueden ofrecer alimentos calientes y con más condimentos y textura. Siempre importante: el licor. Ofrecer un trago de bienvenida es imperativo. No tiene que ser champaña, pero hay vinos espumosos, como el prosecco o la cava, que cumplen la misma función, y tienen un costo mucho menor. No descuiden aspectos como el vino al acompañar el almuerzo o la cena. Asesórese de un experto para escoger el correcto. Durante la fiesta, pueden apoyarse de bares móviles a los que se acerquen los invitados. Así disminuyen el desperdicio de trago y el número de meseros. Un buen tip: ofrecer algo de comer a mitad o cerca del final de la fiesta. Un caldo típico o pasabocas y frituras siempre serán disfrutados por los asistentes.

 

11. Encarguen a alguien que vigile todo el montaje y resuelva contratiempos

 

Indispensable tener claro el número de personas que asistirán para organizar las sillas de la ceremonia y ser precisos en la distribución de mesas en el lugar de la recepción. Contraten a alguien que instale la pista de baile (si lo requiere), lleve las mesas y las sillas (si el salón no las ofrece) y maneje todos los temas de montaje de ese día. Ni los novios ni los padres de ellos tendrán cabeza para esos menesteres. Una recomendación: llamen a cada uno de los invitados faltando una semana para asegurar su asistencia. No hay nada peor que tener todo planeado a la perfección y que un invitado decida no aparecer.

 

12. Lo que no salió como fue planeado, nadie lo notará. ¡Disfruten!

 

Parece obvio, pero suele pasar que los novios son los más tensos de toda la celebración. Por eso vale la pena recalcarlo: lo más importante es disfrutar cada momento. Gocen desde la primera foto hasta el amanecer. Lo que no salió como lo planeado, nadie lo notará. Si los novios están felices, así lo estarán todos los asistentes.

 

 

*Editora del blog de moda www.lamaja.co

 

*Publicado en la edición impresa de junio de 2016.