Archivo Particular
2 de Agosto de 2017
Por:
Ana Catalina Baldrich

En noviembre de 2014 comparamos las familias de Nicolás Maduro y Leopoldo López, quien cumple una condena de 13 años y nueve meses acusado de instigación. Como el agua y el aceite. 
 

ARCHIVO | Vidas paralelas

 

 

De Leopoldo López, el opositor que actualmente capta la atención de todo el mundo, se dice que es descendiente de Simón Bolívar, mientras que de quien lo acusa de fascista y terrorista y enarbola las banderas bolivarianas, el presidente Nicolás Maduro, se especula que no nació en Venezuela sino en Colombia.

Así, con diferencias marcadas e ironías que causan burlas en las redes sociales, las vidas de dos líderes reflejan la polarización que se hace cada vez más evidente con marchas, detenciones y acusaciones de cada una de las orillas, en una Venezuela que convive con desabastecimiento (28 por ciento en enero, según el indicador de escasez que publica mensualmente el Banco Central), alta inflación (que cerró 2013 en 56,2 por ciento) e inseguridad, que se refleja en una tasa dispar de homicidios: según el Gobierno, 39 por cada 100.000 habitantes al cerrar 2013 y según el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), 79 por cada 100.000 habitantes.

 

Los líderes

Maduro nació hace 52 años en Caracas. Así lo afirma la página oficial de la Presidencia, lo ha asegurado él y hasta lo ha demostrado, con certificación en mano, la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena. Las dudas sobre la nacionalidad del mandatario tomaron fuerza cuando el exembajador de Panamá ante la OEA, Guillermo Cochez, mostró un supuesto certificado de nacimiento que decía que Maduro había nacido en Colombia, lo que le impedía ser electo presidente de Venezuela; sin embargo, dicho documento fue dado por falso por la propia Registraduría colombiana.

Por su parte, López nació en Caracas hace 42 años y, aunque nunca ha hecho alarde de ello, se dice que es familiar de Simón Bolívar, al ser pariente de Concepción Amestoy Palacios, sobrina del Libertador.

El presidente venezolano no es profesional. Estudió la secundaria en el liceo José Ávalos y trabajó como conductor en el Metro de Caracas, donde fue miembro de la Junta Directiva y fundó el sindicato. El camino hacia la Presidencia lo emprendió, sin saberlo, cuando militó a favor de la liberación de Hugo Chávez, quien estaba preso por haber participado en la insurrección militar en 1992. En esa época conoció a quien llama su compañera de vida, Cilia Flores.

“Yo la conocí en esos años de lucha y después ella me empezó a picar el ojo, a hacer ojitos”, manifestó al respecto Maduro, durante un evento.

La candidatura de Maduro a la Presidencia se dio luego de que el “comandante presidente” Hugo Chávez lo designara como heredero. Maduro tomó las banderas de la Revolución Bolivariana y, después de haber sido canciller, vicepresidente y mandatario encargado, emprendió una campaña en la que prometió continuar con el legado chavista y que culminó con su elección con el 50,61 por ciento de los votos.

En el otro lado está Leopoldo López, un economista de la Universidad de Kenyon (EE. UU.) con maestría en Políticas Públicas de la Escuela Kennedy de Gobierno de la Universidad de Harvard, que fue elegido alcalde de Chacao en el año 2000, con el 51 por ciento de los votos, y reelecto en 2004 con el 79,56 por ciento.

Su popularidad internacional se disparó cuando la Corte Internacional de Derechos Humanos ordenó que se le restituyeran los derechos políticos luego de haber sido inhabilitado en 2008 en su país por el presunto mal uso de los recursos durante su gestión.

López, quien ha recibido reconocimientos por su trayectoria profesional –premio de Transparencia Internacional en 2007 y 2008, como la municipalidad más transparente y eficiente de Venezuela, tercer Mejor Alcalde del Mundo según City Mayors y World Mayors en 2008 y “Persona más innovadora en tiempos de adversidad” por Future Capitals–. Y por su físico, hizo parte en varias oportunidades del listado de “los más bellos” de la revista Estampas de Venezuela, conoció a su esposa, Lilia Tintori, a través de un amigo.

 

Las esposas

Nicolás Maduro lo dejó claro al decir que en Venezuela no habría primera dama: “Ella, que se prepare para ser la primera combatiente de la patria”, manifestó durante un acto de campaña en el que, además, aseguró que estaría “en la primera línea como una mujer digna y revolucionaria”.

Cilia Flores nació en Tinaquillo en 1953, nueve años mayor que su esposo, se graduó como abogada en la Universidad Santa María y se especializó en Derecho Penal y Laboral, y tras el intento de golpe al presidente Carlos Andrés Pérez integró el grupo de abogados que defendieron a los detenidos, entre ellos Hugo Chávez, para quien consiguió el indulto por parte del presidente Rafael Caldera en 1994.

Flores, madre de tres hijos producto de un matrimonio anterior, es de origen humilde. Así lo dejó claro Maduro, quien en un acto de campaña, en el mismo en el que destacó que ella no sería una primera dama “encopetada”, dijo que “Cilia nació en un rancho con piso de tierra”. Durante su carrera ha sido diputada, presidenta de la Asamblea Nacional, cargo al que llegó como reemplazo de Maduro una vez fue elegido ministro de Exteriores, y procuradora general de la República.

Siempre ha sido una mujer polémica por un carácter calificado por su propio esposo como de “hierro”. Durante su presidencia en la asamblea fue criticada por la oposición, con la que tenía duros enfrentamientos, como el día en el que le dijo a la diputada Pastora Medina, quien le reclamó porque le estaba cortando el micrófono durante su intervención, “nosotros somos cristianos de verdad. Usted es una pecadora”.

Sus peleas no se han limitado a la Asamblea. Con los medios de comunicación contrarios al Gobierno también ha tenido varios roces, incluido un altercado con una periodista que le manifestó que le impedían el ingreso a las sesiones, a lo que contestó: “¿Y tú crees que la Comisión de Contraloría va a sesionar con Globovisión adentro?… Globovisión es un partido político de oposición”.

Así como también ha tenido acusaciones para sus vecinos, tal y como lo hizo con el expresidente Álvaro Uribe de quien dijo “es el anticristo, debe tener los tres seis en la cabeza”.

Desde la contracara y mientras se preparaba para entregarse a la justicia venezolana y ante miles de seguidores, Leopoldo López dejó claro el papel que desempeña su esposa en su vida: “Quiero agradecerles a todos, pero en especial a una persona que me ha dado mucha fuerza, a una persona que hoy representa mi mayor pilar para estar aquí con ustedes, a mi esposa Lilian, que está acá”.

Lilian Tintori nació en Caracas en 1978, es licenciada en Educación Preescolar en la Universidad Católica Andrés Bello, cuenta con un posgrado en Comunicación Política y es locutora certificada por la Universidad Central de Venezuela.
Se ha desempeñado como presentadora y locutora, sin embargo, en lo que más se ha destacado es en su faceta como deportista, una faceta que, incluso, la llevó a conocer a su esposo. “Mi amigo nos presentó y así conocí a Leopoldo, hablando de deporte, de qué se podía hacer y qué no. Nos hicimos grandes amigos y comenzamos a salir”, afirmó Tintori durante una entrevista con el diario El Universal.

Su afición por el deporte y la vida activa la han llevado a ganar el título nacional de kitesurf, correr maratones, nadar en las aguas del río Orinoco e incluso participar en el reality ‘Robinson, la Gran Aventura’.
Una de sus hazañas como deportista la cumplió en 2008, cuando emprendió el Reto Travesía Franco Tintori, en honor a su padre, en la que se convirtió en la primera mujer en ir en kitesurf desde Cabo San Román (Venezuela), hasta Fishermans Hut (Aruba).

Como primera dama de Chacao creó la fundación Vive Chacao, en la que desarrolló su trabajo como primera dama de ese municipio “enfocándose en las áreas de familia, deportes, educación y cultura”, según reza en su perfil en Facebook.

 

Los matrimonios

La pareja Maduro-Flores sostuvo una relación por muchos años antes de casarse en una ceremonia íntima de la que informó el propio Presidente durante un acto de Gobierno transmitido por televisión el 16 de julio del año pasado. “Nosotros estábamos unidos desde nuestra alma con Dios, en Dios y por Dios y con nuestra familia, pero decidimos pasar eso a la legalidad de nuestra Constitución”, aseguró sobre la ceremonia.

De esta unión no hay hijos, aunque Maduro, quien tiene un heredero, ha asegurado que siente a los descendientes de Flores como propios.

La relación de los Maduro-Flores es muy hermética, sin embargo, el presidente de vez en cuando habla de su esposa. “Yo le hago caso a Cilia, ella es la que gobierna… aunque yo tengo la última palabra siempre en la casa. Cada vez que ella viene con algo y discutimos, siempre le digo al final: ‘Sí, mi amor, lo que tú digas’ ”, dijo Maduro.

Por su parte, la mayoría de veces ella habla de él como el político y de su trabajo en la revolución, sin embargo, según el portal de internet venezolano El mundo, alguna vez manifestó: “El sufrimiento no es parte del amor y eso lo aprendí con Nicolás”.

A su estilo, Maduro y Flores se apoyan, y desde su convicción trabajan conjuntamente por el proyecto político emprendido por el fallecido Hugo Chávez. “Cilia y yo hacemos una llave de trabajo, de compartir todos los momentos, no solamente de la familia, de la vida en común, sino compartir los sueños de la patria, desde hace mucho tiempo eso no es nada nuevo”, dijo Maduro en una entrevista en la que agregó: “ella no es mi costilla, en todo caso somos dos costillas complementarias que vamos por el mundo”.

El caso de López y Tintori es diferente, fueron novios durante más de tres años, se casaron por el rito católico en 2007 y son padres de dos hijos: Manuela y Leopoldo Santiago.

Su boda, a la que asistieron los dos vestidos de blanco, acompañados por una corte de pajecitos luciendo trajes llaneros, fue ante los ojos de decenas de personas, varias de ellas seguidoras del entonces alcalde de Chacao.

Lilian dejó a un lado la tradición y ofreció su ramo a la virgen, mientras que él, al salir de la iglesia, decidió compartir su alegría con sus seguidores.

“Al pueblo de Chacao también le traemos una bendición que es mi nueva esposa Lilian, que nos acompañará y estará siempre con nosotros, muchísimas gracias”, afirmó entonces López, quien en su momento disfrutaba de una gran aceptación en su alcaldía por lo que ella prefirió hacer una aclaración: “Yo quiero decirle al pueblo de Chacao y a toda Venezuela que no se los voy a quitar. Leopoldo López es para toda Venezuela, yo se los voy a cuidar mucho y vamos a trabajar duro por todos ustedes”.

Una promesa que aún en estos días continúa cumpliendo, a través de las redes sociales y los medios, apoyando la lucha de quien admira: su esposo, su líder y el padre de sus hijos.

 

 

*Revista Credencial, noviembre de 2014.