Cortesía | TuBoleta
17 de Enero de 2019
Por:
Catalina Uribe Tarazona

Andalucía, la comunidad musical de España por excelencia, se siente orgullosa de esta talentosa mujer que, tras 40 años de carrera, sigue llenando auditorios en el mundo entero. La legendaria intérprete de No llores por mí Argentina cantará en Bogotá el próximo 9 de febrero, en el marco de una gira denominada “Más cerca”.

“Colombia me abrió sus brazos y yo me enamoré”: Paloma San Basilio

¿En su repertorio hay alguna canción que evoque en usted un recuerdo familiar o de infancia?

Mis primeros recuerdos son de Sevilla, ciudad en la que me crié. Andalucía y Sevilla son pura música. Se canta por las calles y en los patios de las casas. Crecí oyendo cantar, y dicen que aprendí a mover mis brazos antes que a andar. Mi inspiración fueron las canciones del sur de España.

Los últimos conciertos, y ahora la gira “Más cerca”, tienen lugar bajo el concepto de “encuentros íntimos”, ¿a qué se refiere esa intimidad musical?

Después de más de 40 años de carrera, considero maravilloso acercarme a mi público para compartir lo que soy y cómo me siento después de tan largo recorrido. Deseo establecer con ellos un diálogo basado en la sinceridad, la emoción, el sentido del humor y, por supuesto, la música.

Dos de sus grandes talentos son el histrionismo y la emotividad que le imprime a sus interpretaciones en el escenario, ¿cómo describiría esa adrenalina?

Para mí el escenario es emoción, verdad y complicidad. Un espacio abierto y libre al que no puedes ir con miedo o engaño. Es una ocasión única para dejarte llevar por tus sentimientos y pensamientos, para que el encuentro se vuelva más profundo y duradero.

En el 2013 anunció su retiro de los escenarios y duró algún tiempo distanciada, pero volvió. ¿Qué la incentivó a regresar?

Sentía que tenía que pasar ‘página’ a una etapa de mi vida. He dedicado ese tiempo a desarrollar aficiones como pintar y escribir, pero el escenario es como mi casa y me resistí a dejarlo por completo. Decidí hacer, de vez en cuando, propuestas distintas y que me sacasen de mi zona de confort. He estrenado dos musicales y cantado en formatos menos habituales, como el sinfónico, o mezclando mi voz con un coro de voces blancas, una experiencia maravillosa. Y ahora “Más cerca” está en la misma dirección.

¿Qué opinión tiene de la evolución que ha tenido la música hispanoamericana? ¿Hay artistas contemporáneos que admire?

América es una fuente inagotable de talento. Por supuesto algunas tendencias me gustan más que otras, pero hay grandes compositores como Luis Fonsi, Ricardo Arjona o Tommy Torres. Asimismo, hay grandes intérpretes de fusión como Carlos Vives.

¿Recuerda algunos momentos cruciales que considere hayan catapultado su carrera musical?

Hay puntos de inflexión que ayudan a avanzar más rápido. Sin embargo, mi carrera ha sido de fondo, basada en mis directos y, por supuesto, mis más de 30 discos han ayudado. Eso creo que fue lo que valoró la Academia cuando me otorgó un Grammy.

¿Qué es lo que más le atrae de Colombia?

Posiblemente el hecho de que fue uno de los primeros países que visité cuando era una auténtica desconocida. Desde el principio, Colombia me abrió sus brazos, y me enamoré de su paisaje, su música, su literatura y su gente. Además, el nombre de Colombia y el mío tienen la misma raíz latina.

¿Qué proyectos tiene en el ‘tintero’?

Ahora mi prioridad es “Más cerca”. Estoy distanciando mis conciertos, y sé que en algún momento dejaré los escenarios, solo me estoy dando una prórroga. También estoy preparando una nueva exposición de pintura y quiero disfrutar de mis amigos, mi familia y del mar del sur.

Usted pinta, actúa y canta, entre otros… ¿Cuál de sus facetas artísticas fluye con más espontaneidad?

Creo en el concepto renacentista del ser humano, y no sé por qué la educación tiende a cerrar compartimientos, dejando gran parte de nuestras posibilidades marginadas. El escenario es un espacio de integración y desarrollo vivencial y emocional; la pintura tiene algo, en mi caso, de experimental y lúdico. Y la literatura es la posibilidad de plasmar un diálogo interior a través de historias propias y ajenas. Igualmente, es una posibilidad de contemplar el mundo como un espectador, implicándote en él con la sola compañía de tu ordenador y una taza de café con leche al atardecer.

Alguna vez dijo que uno de sus mayores deseos era que entre todos encontráramos una solución para la violencia y el desplazamiento forzado. ¿Qué piensa de las migraciones masivas que hay en algunos países de América Latina y el mundo?

Como especie hay una responsabilidad colectiva. El mundo es un lugar fascinante pero injusto. Unos por el mero hecho de nacer en un lugar tienen todas las oportunidades que otros ni pueden soñar. No me gusta el intervencionismo excesivo, pero no podemos mirar a otro lado y desarrollar conceptos xenófobos o excluyentes. No podemos olvidar que la humanidad se ha construido sobre cimientos de conquistas, que es algo bastante más violento e invasivo que el concepto de migración.

No llores por mí Argentina es una de sus interpretaciones más destacadas. ¿Qué sensación causa en usted saber que, en ocasiones, se ha dicho que su versión es incluso más impresionante que la del cantante original?

Es una muestra de orgullo y un premio a mi dedicación de tres años interpretando el personaje. Cuando estrené la obra hacía 11 funciones a la semana, literalmente me dejaba la piel. Recorrí muchos países de la mano de esa canción, y creo que es un privilegio poder compartir una emoción tan fuerte con la gente durante tantos años.

Ha participado en eventos en pro de la niñez y los pacientes de cáncer. ¿Qué situaciones o condiciones despiertan en usted el sentimiento de ayuda y apoyo hacia los demás?

Mi madre murió e cáncer y yo también lo he padecido en una escala menor. Todo lo que pueda hacer por los que necesitan ayuda me parece insuficiente. Al final responde a la famosa frase que dice: “nada del ser humano me es ajeno a mí”.

*Entrevista publicada en la edición impresa de enero de 2019.