Criaturas nocturnas
Archivo Particular
21 de Septiembre de 2018
Por:
Mario Alcalá

'Criaturas nocturnas' es un largometraje de aquellos que recicla en un solo filme, una cantidad considerable de situaciones de otras cintas.

De las especies raras en el cine y otros demonios

La vida transcurre afuera, en lo que los humanos llaman mundo, ese espacio donde se respira el aire, donde la luz del día o el manto oscuro de la noche se posa en el vasto territorio, mismo territorio que está cubierto por montañas, valles, mares, ríos, estepas, tundras, etc. Allí las criaturas, animales y vegetales, cohabitan, interactúan, existen y, en un sabio balance, dictado por lo que algunos espirituales denominan “la madre naturaleza”, se da el fenómeno de la vida en el planeta. Pero, qué podría pasar si, a una especie en particular, se le llegara a privar de esa vida en sociedad y, por el contrario, se le confina, se le obliga a vivir aislada, interrumpiendo cualquier contacto con el mundo exterior, y si además es un ser racional y consciente, y se la hace creer que todo lo que está de puertas para afuera pondría en riesgo su integridad...

A partir de ese escenario comienza la historia de Wildling, presentada para el público en Colombia como Criaturas nocturnas, una película que incursiona en los terrenos de la fantasía, el horror y el drama. Aquí la gran protagonista es una “mujer” llamada Anna, que desde su propio nacimiento ha estado encerrada en una habitación, en una pequeña casa de madera en medio del bosque; su contacto con el mundo exterior ha sido nulo, y todo lo que conoce lo ha aprendido en los libros y a través de la figura de Daddy, el hombre que ha velado por ella a lo largo de los años, el mismo que se ha encargado de su cuidado y le ha transmitido todos los conocimientos y su propio punto de vista de la vida afuera de esa casa. Pero, cuando Anna salga de su encierro, cuando se enfrente por primera vez con la realidad, comenzará a descubrir quién es ella y por qué es tan, pero tan diferente al resto de las criaturas.

Con Criaturas nocturnas tenemos una cinta que apenas, en una mínima fracción de minutos, nos crea un leve interrogante, pero ese cuestionamiento rápidamente se pierde en un mar de lugares comunes, entrando en escenarios trillados dentro del cine. A partir de ahí, como espectadores, comenzamos a tener esa no muy recomendable sensación de estar repitiendo escenas de otros largometrajes, que incluyen situaciones de cautiverio, de mujeres lobo, de cazadores desalmados, de amores prohibidos y de criaturas fantásticas. Su puesta en escena es muy pobre y su estética semeja más una cinta tipo B que un largometraje con fines comerciales. Y pese a tener un par de actores de renombre, estos no hacen ningún esfuerzo por llenar sus papeles o por aportarle algo a la historia. Con este tipo de películas resulta fácil hacer una competencia de bostezos o de quién puede conciliar el sueño más rápido.

Ficha técnica

Título original: (Wildling). Criaturas nocturnas

Año: 2018, USA

Idioma: inglés

Duración: 92 minutos

Géneros: drama, fantasía, horror

Director: Fritz Böhm

Reparto: Liv Tyler, Bel Powley, Brad Dourif

 

Calificación (en la escala del 1 al 5): 1