Foto Archivo El Tiempo
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6 de Octubre de 2015
Por:
Redacción Credencial

La científica china Tu Youyou  desarrolló, a partir de la medicina tradicional de su país, un tratamiento efectivo para curar la malaria. 

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Manuel Elkin Patarroyo habla del Nobel de Medicina que acaban de otorgar a la científica china Tu Youyou

 

¿Qué opina del trabajo de la doctora Youyou, a quien le acaban de otorgar el premio Nobel de Medicina?

Excelente. Creo que es muy merecido. Sin embargo, tengo un par de observaciones. Si usted mira los galardonados (los otros dos ganadores fueron el irlandés William Campbell y el japonés Satoshi Omura), el más joven tiene 80 años y los descubrimientos los hicieron hace 25 y hace 40 años fácilmente. De manera de que es muy importante que, aunque tarde, se les esté haciendo un reconocimiento. La segunda es una preocupación muy marcada. En Colombia tenemos cantidades de plantas medicinales y una medicina tradicional que nos permitiría, con una infraestructura que no cuesta mucho, descubrir muchísimos medicamentos, sobre todo los de la selva amazónica, y no se está haciendo absolutamente nada.

Tu desarrolló su trabajo a partir de las propiedades de la artemisinina. ¿Cómo funciona el fármaco?

No se conoce bien el mecanismo de función, pero sí le puedo decir que es cien por ciento efectiva. El problema radica en que los microbios son muy listos y ya están, en algunas áreas del sureste asiático, desencadenando resistencia. Ya hay parásitos de la malaria que son resistentes a la artemisinina, lo que es como como una pequeña fogata en un campo de trigo: se prende rápidamente. Toca empezar a buscar suplementos y nuevos medicamentos para suplir la cloroquina, a la cual ya se es resistente en muchas partes del mundo, y la artemisinina, de la cual ya está apareciendo resistencia en Vietnam, Camboya e Indonesia. De manera, pues, que eso es algo serio.

¿Qué opina de que la investigación de la doctora Tu se basara en la medicina tradicional china, conjugando el extracto de una plata, antiguos textos médicos y remedios populares?

Ese es el principio de todas las investigaciones. A la medicina tradicional, a lo largo de mucho tiempo, se le han venido reconociendo los efectos, pero eso no es suficiente. Lo que debe hacerse es trabajar con las metodologías científicas modernas, reconocer cuál o cuáles son los principios básicos que cumplen la función antimalárica, antibiótica y cardiotónica; aislarlos y reconocer su estructura. Eso es lo que es patentable, lo que es usable en todo el mundo. Eso fue lo que hizo Youyou. Ella empezó a trabajar con textos de mucho tiempo atrás, con 10.000 plantas; luego, seleccionó 380; y, finalmente, quedó con una, de donde extrajo el producto y reconoció su estructura química.

¿Conoce personalmente a la doctora Tu?

No. Aunque ambos trabajamos en malaria, nosotros estamos trabajando en la prevención de la enfermedad; ella lo que hace es encontrar una cura.

A propósito, ¿cómo va el desarrollo de la vacuna?

Va muy bien, pero desafortunadamente está parado desde hace cuatro años como consecuencia de los animafílicos humanofóbicos. Es gente que ha querido detener la investigación con unas acusaciones falsas. Lo del tráfico ilegal de micos nunca existió; por consiguiente, el Consejo de Estado falló a nuestro favor. Fuera de eso, Corpoamazonia y el Ministerio del Medio Ambiente han venido poniendo palos en la rueda con el cuento de que hay que contar los micos en el Amazonas. Mico que se capture, debe hacérsele la prueba de ADN en el Amazonas; además, se debe tener GPS de cada árbol del que se obtiene, y tampoco se puede devolver a la selva con el cuento de que pueden llegar a significar un peligro de salud pública, lo cual es totalmente falso. De manera que esas solicitudes de Corpoamazonia y el Ministerio del Medio Ambiente han obstaculizado y paralizado el trabajo. Deberíamos haber entregado la vacuna hace por lo menos 3 años. 

¿Y su Nobel para cuándo será?

Yo nunca he perseguido los premios. Lo del NoBel a mí no me preocupa. Tengo un profunda admiración, cariño y afecto por todos los que lo han ganado. Dicho sea de paso, la mayoría viene a visitarme.

¿Y eso cuál fue el último que lo visitó?

El último que estuvo aquí fue Jack W. Szostak, el que descubrió la encima de la eterna juventud, que es como se le llama a la telomerasa.