Educación física: no más ‘locha’

Una de las materias escolares más importantes, cuya labor pedagógica le apunta al desarrollo del ser humano, es educación física, “la primera y más importante educación para la vida”, la calificó alguna vez el filósofo español José María Cajigal. Los niños conocen el mundo a través de lo sensorial y se relacionan con la vida a partir de la construcción de su propio cuerpo. Al entrar a la escuela, gracias a esta clase, desarrollan las capacidades coordinativas, como el equilibrio, la coordinación, la orientación en el espacio y la reacción. Allí afirman los patrones básicos de movimiento como caminar, correr, saltar, lanzar, pasar, recibir o agarrar, y las capacidades funcionales: velocidad, fuerza, resistencia y flexibilidad. Además, a través del juego se relacionan con sus compañeros y aprenden que hay reglas para convivir y participar en la vida social.

“La importancia de la educación física se comprende cuando la reconocemos como un proceso de desarrollo humano, como una potencialidad que el ser humano tiene para adaptarse a la vida y a su entorno, y para el mejoramiento de sus capacidades a través del movimiento”, dice Víctor Jairo Chinchilla, docente del colegio distrital Agustín Fernández, de Bogotá, y catedrático de la Facultad de Educación Física de la Universidad Pedagógica Nacional.
“En las clases de educación física el profesor nos pone a hacer ejercicios, a dar botes, carretillas, a saltar lazo. Siempre espero a que llegue el día de la clase, es una de las más ricas”, dice Samantha Díaz, de 7 años y estudiante de primero del Colegio Julio Flórez. Cada uno disfruta y aprende a un ritmo que depende de su experiencia y del contexto en el que viva.
Sin embargo, actualmente en Colombia, en preescolar y en la escuela básica primaria, la clase de educación física, en la mayoría de los casos, es un espacio de esparcimiento, de juego libre, o un momento para adelantar tareas o planas. Al final, normalmente se realiza una práctica deportiva de acción espontánea. Algunos colegios privados, especialmente del calendario B o establecimientos internacionales, tienen los recursos y cuentan con especialistas en educación física en todos los grados. Los resultados de esta experiencia son reconocidos y apoyados por los padres de familia y valorados por sus aportes a la formación de sus hijos. Sería bueno poder establecer la relación entre la realización de buenas clases de educación física y los resultados académicos, por ejemplo de las pruebas de Estado que realiza el Icfes.

Cifras y bienestar

El maestro de escuela, licenciado en educación primaria con algún énfasis en expresión, matemáticas, ciencias naturales o ciencias sociales es, pues, quien está orientando todas las asignaturas de 1° a 5° de primaria. Igual que en el grado de preescolar, que se entiende como un proceso integrado en el que no se habla de materias sino de dimensiones: comunicativa, social, cognitiva, estética y corporal. Las profesoras especializadas en niños de 0 a 6 años suplen la inmensa mayoría de debilidades, pero en los conocimientos del movimiento y de la educación física pueden no poseer el bagaje necesario.
La Ley General de Educación 115 de 1994, en su artículo 23 dice que la educación física es una de las áreas obligatorias y fundamentales para el logro de los objetivos de conocimiento y formación de la educación básica que comprenderá un mínimo del 80% del plan de estudios. Además, el artículo 110 manifiesta que “la enseñanza estará a cargo de personas de reconocida idoneidad moral, ética, pedagógica y profesional”. “La ausencia de un experto en esta etapa es muy grave” – dice Chinchilla– “no solo porque no se cumple la ley, sino porque estamos hablando de procesos que requieren de una especificad y de unas destrezas y habilidades particulares que debe tener el profesor para atender a cada alumno de acuerdo con sus características de orden sensorial, psicológico, motor, físico y técnico. Alguien competente debe orientar los contenidos curriculares, monitorearlos y evaluarlos”.
El tema de los recursos es otro ‘palo en la rueda’. En 2003 la Ley 715 modificó el renglón de la financiación a la educación pública, que pasó de transferencias desde un presupuesto básico distribuido con equidad a toda la nación, a la asignación de recursos por número de alumnos matriculados –base sobre la cual se nombran a los maestros–. Allí surgió el parámetro establecido por el Ministerio de Educación que determina si una institución educativa del sector estatal puede gozar de un profesor experto en primaria: tener mínimo 10 cursos. Si el colegio cumple con esa condición podrá seleccionar a un docente, sea de educación física, inglés, artes o tecnología, las otras materias que comparten la falta de un experto en primaria.

La educación física como área es responsabilidad del Ministerio de Educación Nacional, uno de los organismos del Sistema Nacional del Deporte, encabezado por Coldeportes. ¿Cuál es el trabajo en equipo e intersectorial entre ambas entidades para pensar la educación física de manera integral, pues el primero se encarga de su desarrollo en la escuela y el segundo lo encara como mera actividad física? ¿En realidad existe la intención y se entiende la importancia de entender la educación física y el deporte escolar en un solo proceso pedagógico? ¿Se está pensando realmente en mejorar la calidad de vida de los colombianos a partir del deporte, sin pensar solamente en las medallas sino también en intangibles de enorme valor?

Overol puesto

En diferentes partes del país, el instituto de deportes departamental o municipal, como pasa en Silvania, Cundinamarca, por iniciativa propia está destinando recursos para contratar a un profesor de educación física y rotarlo por las escuelas públicas en el papel de monitor. La intención, que le ayude a los profesores de aulas a desarrollar la hora de educación física a la semana que se está dictando en la educación pública primaria, dentro de las 30 que le compete atender. Por debajo de las tres o cuatro horas que se necesitan para intervenir en un desarrollo multilateral.

“Es importante que las instituciones lideren sus procesos con idoneidad y que el Ministerio de Educación le haga seguimiento y verificación de sus procesos pedagógicos y formativos, del plan de estudios, de la idoneidad de los docentes”, dice Valentín Clavijo, pedagogo y licenciado en Educación Física.
El Ministerio de Educación tiene una deuda social con la Nación. La educación física, tanto una materia escolar obligatoria como derecho constitucional, se debe poner en práctica y fortalecer, igual que el acceso y la práctica de la recreación, la actividad física y el deporte. Una educación física de calidad, con buenas orientaciones en sus procesos, impactará poderosamente en la vida y en la conducta de los niños que la reciban. No solo se fortalecerá la reserva deportiva y habrá seguramente mejores deportistas sino, lo más importante, que se formarán mejores personas, activas, llenas de salud, ideas y vida.