Foto: Archivo Particular
6 de Febrero de 2015
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El periodista Gerardo Reyes presenta el resultado de más de diez años de trabajo. Una investigación llena de voces y documentos con los que se descubren los detalles del secuestro del vuelo 495 de Cubana de Aviación.

Por Ana Catalina Baldrich

En entrevista Gerardo Reyes

 

Gerardo Reyes
Vuelo 495
Grijalbo. 233 páginas

¿Por qué dedicar más de diez años a esclarecer lo que pasó en el vuelo 495?
Quiero aclarar que cuando digo que le dediqué más de diez años a la historia, no fue de tiempo completo. El vuelo 495 fue un tema siempre vivo en mis carpetas de proyectos de largo aliento, que dormía meses de espera o de olvido y de pronto revivía cuando aparecían nuevas pruebas o un cabo se ataba con otro. Mi interés nunca se rindió porque se trata de una historia con tantos elementos fascinantes que es difícil de dejar de lado: Miami años cincuenta, conspiraciones político-militares, Cuba en vísperas de la revolución, Fidel y Raúl Castro, aviación, primer secuestro, tragedia en una bahía llena de tiburones, triunfo de la revolución, testimonio de sobrevivientes, impunidad concertada, hay de todo. 

¿Cómo, pese a las pruebas y testimonios que usted documenta, es posible que Ponce de León insistiera en que era un simple pasajero víctima de los secuestradores?

Aceptar un crimen de esta magnitud en Estados Unidos es cosa seria. Sin embargo, Ponce de León era un temerario. Se vino a vivir de Cuba a la jaula de los leones, la capital del exilio cubano, cargando con un crimen de juventud del que nunca logró desvincularse con lógica. Pensó que nadie estorbaría su retiro. De todos modos no le fue mal. Al surgir los señalamientos, no hubo protestas frente a su casa y las presiones para que fuera procesado fueron pocas.

¿Por qué Estados Unidos tardó tanto tiempo en tener la certeza de las inclinaciones políticas de Fidel?

Porque dentro de la burocracia del Gobierno de Estados Unidos, como siempre ha ocurrido, las sospechas no eran unánimes, algunos seguían pensando que era un líder nacionalista mejor que Batista, y por eso lo seguían como bomboneras cuando visitó Nueva York. Todos querían tomarse fotos con él, tocarlo, sacarle un comentario. Castro los engañó a todos.

¿A qué se debe la falta de interés en el que fue el primer secuestro aéreo en la historia estadounidense?

Son de esos acontecimientos de la historia en los que confluyen simultáneamente circunstancias que conspiran en forma deliberada o involuntaria para restarle gravedad a los hechos y hundirlos en el olvido. Esas circunstancias, ya sean políticas, personales o del azar, surgen constantemente a lo largo del libro.

Entre los detalles más escabrosos está el hecho de que las víctimas fueran atacadas por los tiburones. ¿Cómo trató este tema con las familias?
Han pasado muchos años, y tanto los sobrevivientes como sus familiares lo han procesado emocionalmente. No quiere decir que no los aterra todavía, pero lo recuerdan como un agravante de la operación demencial del secuestro.

Este tipo de experiencias, propias o en familia, suelen dejar varias secuelas en la confianza de las personas, sin embargo los testimonios son íntimos y muy personales, ¿cómo lo consiguió?

Cuando hay alguien que lleva muchos años rumiando la impunidad y el olvido en que quedó una tragedia que cambió su vida, o mejor dicho, se la arruinó, no hay que hacer mayores esfuerzos para que expresen sus sentimientos y emociones. En lo que casi todos los entrevistados coincidían es en la sorpresa de que esta historia la estuviera exhumando un periodista colombiano y no un cubano.

Tras la investigación, ¿cree que realmente la operación fue planeada “por la libre”?

Para nada. Esa operación contaba con apoyo en el territorio revolucionario.

 


Andrés Oppenheimer
¡Crear o morir!

Debate

330 páginas

Uno de los intelectuales latinoamericanos más influyentes analiza, a partir de conversaciones con algunas de las mentes innovadoras de la actualidad, las razones por las que en la región no surgen personalidades como Steve Jobs, Bill Gates o Marck Zuckerberg, y plantea una serie de secretos que dan esperanza para que América Latina tenga a varios Messi de la ciencia. Un trabajo que evidencia que hoy la consigna debe ser “crear o morir”.

 


Carlos Framb
Del otro lado del jardín

Aguilar
205 páginas

El relato de Carlos Framb editado por Aguilar lleva al lector a ser testigo de una historia real, protagonizada por el autor y su madre, en la que se impone el amor de un hijo por su progenitora y su deseo por dar fin a un sufrimiento irreparable. La obra clasificada por el escritor Mario Mendoza como un libro de género ‘confesión literaria’ cuenta con detalle cada uno de los instantes que rodearon el momento en el que Framb y su madre decidieron poner fin a sus vidas.

 

 

 

Chinua Achebe
Trilogía africana

Debolsillo
703 páginas

Publicadas por primera vez en español en un solo volumen, Trilogía africana reúne “Todo se desmorona”, “Me alegraría de otra muerte” y “La flecha del dios”, tres novelas de Chinua Achebe, considerado el padre de la literatura africana moderna y quien logró retratar la historia, la tragedia y el destino de este pueblo.

 

 

Danilo Parra
Compendio histórico del papel moneda en Colombia

1.088 páginas
Esta obra, elaborada en papel esmaltado, cuenta con 3.711 imágenes a color de los billetes de Colombia desde 1812, catalogación de precios sugeridos acordes con el mercado, reseñas y datos de importancia histórica. Un trabajo que contó con la colaboración de todos los coleccionistas privados dentro y fuera del país, el Museo Nacional, la Casa de Moneda del Banco de la República, el Archivo Histórico Nacional, el Museo de Artes Gráficas, el Archivo Histórico de Medellín y la Biblioteca Nacional. La emisión consta de 400 ejemplares numerados, que se pueden adquirir directamente con su editor: daniloparrabilletes@hotmail.comerle