9 de Julio de 2014
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Con buenas dosis de drama y algo de humor, desde Francia aterriza esta producción que muestra cómo la vida puede llegar a dar vuelcos y cómo la alegría puede encontrarse sorpresivamente a la vuelta de la esquina. En cines desde el 17 de julio.
Por Nicolás Cadena Arciniegas

`Ella se va´, una película con alma francesa

Cuando la vida comienza a tornarse aburrida, cuando las cosas cotidianas se convierten en una carga muy pesada y cuando hasta la más mínima conversación se convierte en excusa para reventar de ira, ya comienza a ser hora de partir. Así es como la directora francesa Emmanuelle Bercot (también actriz de comedias francesas) lanzó los dados a la suerte con ´Ella se va` o, en su idioma original ´Elle s`en va`, una producción en la que Bercot le apuesta a otra forma de afrontar los sucesos de la vida.
Muchos dirían que hay que estar ´loco` o que hay que ser un irresponsable para aventurarse en edad madura y dejar todo atrás.  Sin embargo, esta producción ´fait en France`, pone al descubierto otra perspectiva de ver el mundo gracias al hilo conductor de Betty, una bella señora que administra su propio restaurante y es dueña de una vida que comienza a desvanecerse entre la monotonía y la nefasta noticia de saber que el hombre que ama ha encontrado una nueva aventura, es así como un día, en plena jornada de labores, Betty decide escaparse de la pequeña ciudad sin rumbo alguno.

El viaje, ese en el que se aventurará Betty sobre un viejo Mercedes, es tomado por Bercot y por Guillaume Schiffman, el director de fotografía, como una buena excusa para mostrar algunos de los paisajes y pequeñas ciudades del interior francés, y al mismo tiempo es usado como herramienta para darle contraste al dramático guión que protagoniza Catherine Deneuve (Betty). En su solitario viaje se encontrará con pequeñas historias, en la que hay que resaltar la del anciano que le invita a un cigarrillo y en donde Deneuve logra en una sola escena demostrar todo su talento al pasar por distintos estados de ánimo, pero ninguna de ellas hará desviar su atención como la sorpresiva llamada de su hija quien le pide que se quede con su nieto y lo lleve adonde su abuelo paterno. Charly, interpretado por Nemo Schiffman –que por cierto es hijo de Emmanuelle Bercot y el director de fotografía– le pondrá una pizca a su rutinaria y solitaria vida; con él tendrá algunas vivencias que acercarán y encenderán el amor de familia entre Betty y aquel niño con el que hace años no comparte y que es el ingrediente para que su vida cambie por completo.