[1-2-3] Autor desconocido. Antiguo montaje del Museo Nacional de Colombia S.f, fotografía en blanco y negro, 9,5 x 11,8 cm FG-1913 © Instituto Colombiano de Antropología e Historia
Diciembre de 2020
Por :
Naila Katherine Flor Ortega * Magíster en Historia de la Universidad de los Andes

Teresa Cuervo y su práctica de coleccionismo en el Museo Nacional de Colombia (1946-1974)

La artista Teresa Cuervo Borda (1889-1976) dirigió el Museo Nacional de Colombia entre 1946 y 1974. Fue nombrada por el gobierno liberal de Alberto Lleras Camargo (1945-1946), y continuó ejerciendo como directora durante los posteriores gobiernos conservadores (1946-1953), la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957) y el Frente Nacional (1958-1974). Cuando Cuervo empezó a dirigir el museo su administración estaba adscrita a la Universidad Nacional de Colombia. En enero de 1951 esta pasó a depender del Ministerio de Educación y, tras su creación en 1968, del Instituto Colombiano de Cultura.

 

Cuervo organizó el museo en el edificio de la antigua Penitenciaría Central de Cundinamarca, conocido como el Panóptico. Para ello gestionó el depósito en dicho edificio de las colecciones de historia y arte, las cuales se sumaban a las de etnografía y arqueología que desde 1946 se encontraban allí. La primera pertenecía al Museo Nacional y las tres últimas a dos museos conformados en parte con piezas que previamente le habían pertenecido: la colección de arte del Museo de Bellas Artes, fundado en 1903, y las colecciones de etnografía y arqueología del Museo Nacional de Etnología y Arqueología, creado en 1938. Así, desde 1948 –año en que el Museo Nacional fue abierto nuevamente al público– esta entidad quedó conformada por tres museos. En el primer piso se situaba el Museo Arqueológico y Etnográfico (imagen 1), en el segundo el Museo Histórico Nacional (imagen 2) y en el tercero el Museo de Bellas Artes (imagen 3). Los dos últimos museos fueron dirigidos por Cuervo, quien durante su gestión contó con el acompañamiento de una junta asesora, conformada entre 1946 y 1953 exclusivamente por miembros de la Academia Colombiana de Historia. A continuación se expondrá cuál fue la práctica emprendida por Cuervo para coleccionar objetos de historia y arte.

 

[4] Paullain Brévete

Mesa de billar que perteneció a Francisco de Paula Santander

Ca. 1830, madera, tela y bronce, 90 x 135 x 245 cm

Reg. 658 

© Museo Nacional de Colombia / Antonio Castañeda

[5] Joannes Janssonius (1588-1664)

Terra Firma et Novum Regnum Granatense et Popayan

1635, grabado en cobre iluminado, 45,5 x 57,5 cm

Reg. 2014 

© Museo Nacional de Colombia / Samuel Monsalve Parra

 

 

Durante su gestión, Cuervo intentó contribuir al proyecto de difusión cultural y formación de una identidad nacional, mediante el uso de medios modernos de comunicación como los museos. Bajo este ideal, promovido por los gobiernos liberales que se sucedieron entre 1930 y 1946, Cuervo atesoró objetos de historia y arte, pero bajo diferentes criterios. La consecución de piezas históricas fue orientada por el conocimiento difundido por la Academia Colombiana de Historia, entidad que glorificaba la formación de la república y enaltecía las virtudes de próceres y hombres notables. Por su parte, el coleccionismo de objetos de arte obedeció a dos intereses: consolidar un acervo de obras producidas principalmente desde la Independencia hasta mediados del siglo XX –para así ofrecer una versión de la historia del arte colombiano– y ser portador de las transformaciones artísticas locales e internacionales acaecidas tras la Segunda Guerra Mundial. Así, el museo empezó a consolidar una colección que incluía arte moderno.

 

Antes de la dirección de Cuervo, el museo ya contaba con una importante colección de objetos históricos conformada, entre otros, por armas, banderas, instrumentos científicos, manuscritos, medallas, monedas, billetes, retratos, sellos, títulos valores, troqueles y uniformes. Gracias a las gestiones de Cuervo y al apoyo de la junta asesora, esa colección fue enriquecida principalmente con retratos, impresos, libros, fotografías, armas, mobiliario (imagen 4) y mapas (imagen 5). Así, la colección histórica quedó conformada por objetos que permitirían ilustrar la historia del país desde la época de la Conquista hasta lo que había transcurrido del siglo XX. La mayoría de estas piezas, no obstante, aludían al proceso de formación de la república durante el siglo XIX, principalmente a la historia patria y a sus figuras emblemáticas.

 

[6] Ricardo Acevedo Bernal (1867-1930)

Rosita Acevedo

Ca. 1915, óleo sobre madera, 30 x 22,5 cm

Reg. 2121 

© Museo Nacional de Colombia / Ernesto Monsalve Pino

[7] Epifanio Julián Garay Caicedo (1849-1903)

La mujer del Levita de los montes de Efraím

Ca. 1952, óleo sobre tela, 210 x 107 cm

Reg. 2219 

© Museo Nacional de Colombia / Ernesto Monsalve Pino

 

 

Por otro lado, el coleccionismo de objetos de arte inició con la colección del Museo de Bellas Artes, perteneciente a la Escuela de Bellas Artes. Ese acervo estaba conformado por esculturas, miniaturas y pinturas, pero también por bocetos, copias de obras, estudios académicos y relieves que evidenciaban las prácticas pedagógicas de la Escuela. Algunas obras eran de artistas extranjeros y otras de reconocidos pintores decimonónicos como Ramón Torres Méndez (1809-1885). La mayoría, sin embargo, habían sido realizadas por profesores o egresados de la Escuela (imagen 6). Esa colección artística fue acrecentada con gran variedad de obras representativas de la historia del arte y de la identidad nacional, incluyendo trabajos de importantes artistas del siglo XIX como José María Espinosa (1796-1883) y de reconocidos pintores academicistas de finales del siglo XIX y comienzos del XX, como Epifanio Garay (1849-1903) (imagen 7). Asimismo, ingresaron a la colección obras de afamados artistas que utilizaban lenguajes modernos de representación, como Alejandro Obregón (1920-1992) (imagen 8).

 

Ahora bien, ¿cuáles fueron las gestiones adelantadas por Cuervo para coleccionar esos objetos? En los documentos del archivo histórico del museo se constata que, constantemente, la directora se dirigía a sus superiores para solicitar la adquisición de objetos de interés patrimonial. Por lo general, las respuestas a esas peticiones fueron negativas debido a la escasez de recursos disponibles. No obstante, Cuervo logró la adquisición de piezas a través de las entidades de las que dependía el museo. El Ministerio de Educación, por ejemplo, compró cartas, piezas de vajilla (imagen 9), medallas, mobiliario y obras de arte como las 27 caricaturas de carácter político y social de José María Espinosa (imagen 10). Las gestiones de Cuervo también permitieron que obras premiadas en algunas versiones del Salón Nacional de Artistas fueran transferidas al museo por el Ministerio de Educación. Este fue el caso de la obra La mulata cartagenera (imagen 11), de Enrique Grau (1920-2004).

 

Cuervo gestionó con expresidentes la donación de sus propios retratos y solicitó la remisión de objetos históricos pertenecientes a otras entidades del Estado. Asimismo, se comunicó con artistas y sus familias para la obtención de obras de arte. También buscó a los descendientes de personajes históricos para solicitarles objetos que les hubieran pertenecido. Decisiones ajenas al Museo y su directora también influyeron en la conformación del acervo patrimonial. Así, por ejemplo, en 1948 la Universidad Nacional resolvió trasladar los retratos de los virreyes al Museo de Arte Colonial y trasladar de dicho museo al Nacional un conjunto de objetos, incluyendo un álbum de dibujos y acuarelas de Torres Méndez.

 

[8] Alejandro Obregón Rosés (1920-1992)

Máscaras

1899, óleo sobre tela, 139 x 198,5 cm

Reg. 2103 

© Museo Nacional de Colombia / Ernesto Monsalve Pino

 

 

Durante la dirección de Cuervo, el mecenazgo desempeñó un papel importante en el coleccionismo del museo. Dos donaciones que enriquecieron considerablemente sus colecciones fueron las realizadas por el político, periodista y coleccionista Eduardo Santos Montejo (1888-1974) y por las fundaciones creadas por decisión testamentaria de Beatriz Osorio Sierra (1912-1947). Santos donó aproximadamente 341 objetos artísticos e históricos. Esta donación, realizada después de que Cuervo le solicitara en préstamo parte de su colección, enriqueció el acervo histórico del museo con piezas que han permitido representar la historia política, social y geográfica del país. La mayor parte de esta donación estuvo conformada por retratos, principalmente asociados a la iconografía de Simón Bolívar (1783-1830) (imagen 12). Por su parte, desde sus inicios en 1948 hasta su cierre en 2010, las Fundaciones Beatriz Osorio donaron cerca de 200 piezas. Cuervo estuvo vinculada a ellas como integrante de la junta directiva y desde este órgano gestionó la adquisición de piezas. La donación de las Fundaciones estuvo conformada principalmente por obras representativas de la historia del arte.

 

[9] Pinder Bourne

Plato con el retrato de Julio Arboleda

1873, mayólica, 3 x 19 cm (diámetro)

Reg. 1131 

© Museo Nacional de Colombia / Cristian Camilo Mosquera Mora

 

[12] Pedro José Figueroa (1778-1836) – atribuído

Simón Bolívar

Ca. 1820, óleo sobre tela, 95 x 64 cm

Reg. 2204 

© Museo Nacional de Colombia / Samuel Monsalve Parra

 

 

Aunque las colecciones de historia y arte estuvieron orientadas a la difusión cultural y a la formación de una identidad nacional, cada colección fue exhibida de manera independiente: la de historia en el segundo piso y la de arte en el tercero. Las exhibiciones respondieron a las designaciones meramente temáticas –ni analíticas ni didácticas– de cada una de las salas. Así, por ejemplo, las piezas de historia fueron expuestas en salas como la Galería de la Gran Colombia, y representaron principalmente la historia heróica de las figuras notables del pasado nacional. No obstante, la práctica de coleccionismo de Cuervo enriqueció el acervo patrimonial histórico y artístico del museo y, más importante aún, puso al alcance del público un importante conjunto de piezas que han permitido significar la historia del país. Los objetos coleccionados por Cuervo hoy en día dialogan entre sí en los tres pisos del museo, y contribuyen a representar el pasado de un país multicultural y pluriétnico, en el que existen sujetos y procesos históricos diversos.

 

[10] José María Espinosa Prieto (1796-1883)

Lino Ruiz. Florentino Vezga

Ca. 1870, acuarela sobre papel, 15,5 x 9,7 cm

Reg. 838 

© Museo Nacional de Colombia / Ernesto Monsalve Pino

[11] Enrique Grau Araújo (1920-2004)

La mulata cartagenera

1940, óleo sobre tela, 71 x 60,8 cm

Reg. 2204 

© Museo Nacional de Colombia / Oscar Monsalve Pino

 

 

Bibliografía:

 

1 Naila Flor, “Museo Nacional de Colombia (1946-1974)”, en Guion científico de la Sala 1: La historia del Museo y el Museo en la historia. Documento de trabajo, ed. Curaduría de Historia del Museo Nacional (Bogotá: Museo Nacional, 2019): 1-4.

2 Clara Isabel Botero, El redescubrimiento del pasado prehispánico de Colombia. Viajeros, arqueólogos y coleccionistas 1820-1945 (Bogotá: ICANH-Universidad de los Andes, 2012), 259.

3 Ver Renán Silva, República liberal, intelectuales y cultura popular, (Medellín: La Carreta Editores, 2012).

4 Alexandra Mesa Mendieta, “Arte moderno en el Museo Nacional de Colombia (1948-1963)”, H-Art, n.° 4 (2019): 17-18.

5 AHMNC, vol. 19, 1948, f. 106.

6 Naila Flor Ortega, “Eduardo Santos y el mecenazgo cultural: la donación al Museo Nacional de Colombia”, Cuadernos de Curaduría, n.° 14 (2019): 131-134