Izquierda: Aurelio Arturo. Centro: Manuel Mejía Vallejo. Derecha: Eduardo Caballero Calderón
Septiembre de 2016
Por :
Credencial Historia

PERSONAJES DEL AÑO (1963 - 1965)

1963

Aurelio Arturo

No necesitaban los jurados delPremio Nacional de Poesía Guillermo Valencia, de 1963, patrocinado por la Compañía Colombiana de Seguros, debatir mucho sobre a quien adjudicarlo. Acababa de publicarse Morada al Sur, de Aurelio Arturo, y ese hito de lo poesía castellana reclamaba el galardón sin discusión alguna, y fue lo que hicieron los tres jurados y académicos, Rafael Maya, Carlos Arturo Caparroso y Rafael Torres Quintero, con inmejorable criterio. “Aurelio Arturo es poeta de un solo libro. No quiere decir esto que el hombre que a sus 39 años publica el poema que le da título y gravitación al volumen que, con otros doce poemas, editó cuando contaba 57 años, no escribió más. Al contrario, en Arturo la mesura y contención no deben confundirse con la indolencia o falta de creatividad. Arturo es un poeta que va mucho más allá de la órbita deMorada al Sur. Desde 1927, cuando publica sus primeros poemas, hasta 1974, cuando muere, se extiende un lapso de 47 años, casi medio siglo de magisterio singular y sin precedentes en la literatura colombiana”, dice el célebre crítico Rafael Humberto Moreno Durán.

1964

Manuel Mejía Vallejo

En pocos días ha quedado agotada en el país la primera edición de El Día Señalado, novela del colombiano Manuel Mejía Vallejo, que ganó la versión de 1963 del prestigioso premio Eugenio Nadal, que se otorga en España desde 1945 por Editorial Destino, y es la primera vez que lo obtiene un escritor latinoamericano. El día señalado será considerada una de las obras claves de la literatura colombiana. Traducida a más de once idiomas, tendrá treinta ediciones. “La fábula de la novela es el viaje de un hombre en busca de su padre para matarlo en un duelo por haberlo abandonado antes de nacer, a pesar de haber prometido a la mujer que regresaría. Desde un presente narrativo, el protagonista recuerda el doloroso pasado que lo ha traído al pueblo mítico llamado Tambo, donde enfrentará su gallo con el del gamonal (su padre), que por años ha reprimido al pueblo junto con el sargento y un cura viejo. El protagonista llega al mismo tiempo con un cura nuevo: el primero, para resarcir el honor y el segundo para tratar de cambiar la mentalidad abúlica de un pueblo sometido al terror de la violencia”, escribe el profesor Augusto Mesa Escobar.

1965

Eduardo Caballero Calderón

El buen momento por el que pasa la narrativa colombiana lo demuestra el que, con intervalo de un año, otro escritor colombiano gana el Premio Nadal de novela. Otorgado en 1963 al antioqueño Manuel Mejía Vallejo por El día señalado, repite el galardón, en 1965, el bogotano Eduardo Caballero Calderón con su novela El buen salvaje. Hasta el año 2006 Manuel Mejía Vallejo y Eduardo Caballero Calderón figuran como los dos únicos colombianos, y los dos únicos latinoamericanos, galardonados con el Nadal. El buen salvaje (publicada en 1966) es la historia de un estudiante latinoamericano en París que no logra asimilarse al ambiente y se convierte en un buen salvaje porque así lo ven los civilizados europeos, el buen salvaje latinoamericano. No obstante el Premio Nadal, El buen salvaje no es la novela más popular de Caballero Calderón. Otras como El Cristo de Espaldas y Siervo sin Tierraperduran en el recuerdo del lector; pero El Buen Salvaje no deja por ello de ser una de las novelas más elaboradas de nuestra literatura, lo que le hizo temer a su autor que no sería la más apreciada por los lectores, ni aún por la crítica.