Campanario y cúpula de la iglesia de San Ignacio en La Candelaria, Bogotá. Foto Marta Ayerbe.
Marzo de 2018
Por :
MARÍA DEL PILAR LÓPEZ PÉREZ* Profesora Universidad Nacional de Colombia.

LA ARQUITECTURA RELIGIOSA EN EL NUEVO REINO DE GRANADA

Contexto histórico - evolución de la liturgia

La liturgia, según la tradición, es la forma y el modo del rito para celebrar el santo sacrificio de la misa que realiza el pueblo para el pueblo. En ese sentido el ritual de la liturgia ha incorporado, a través del tiempo, una cantidad de signos que se han ido ajustando o transformando de acuerdo con el momento histórico sin perder su esencia, de manera que el espacio arquitectónico religioso ha tenido que ajustarse a los cambios del rito.

Es así como antes del Concilio de Trento se venían dando una serie de cambios científicos, económicos, políticos y religiosos, siendo uno de los más importantes la creación de una Iglesia que cuida de su rebaño, una Iglesia que se brinda y acoge a la comunidad. Así el interés de Trento se centró en los sacramentos –signo sensible de un efecto interior y espiritual de que Dios obra en las almas– y en la liturgia, y configuró un espacio que debía dar respuesta a esta necesidad, una iglesia pensada y organizada para potenciar el mundo sensible a través de los sonidos, las imágenes y, entre otros, los olores.

Posteriormente, a finales del siglo XVII y hasta comienzos del XIX, el pueblo no solo estaba obligado con la Iglesia y el Estado, pues en el transcurso del siglo surgió el desarrollo de una conciencia individual, lo que llevó a otras formas de sentir y vivir el ritual.

 

 Izq. Nuestra Señora de las Aguas, Bogotá. Derecha. Conjunto de La Merced en Cali.

Izq. Nuestra Señora de las Aguas, Bogotá. Derecha. Conjunto de La Merced en Cali.

   

 

La iglesia, siglo XVI y comienzos del XVII

 

Las ciudades del Nuevo Reino de Granada, al carecer de institución gremial, hicieron que los artífices obraran bajo las reglas de la tradición del oficio, siempre sujetos a la tutela de la autoridad de un cabildo. Una gran parte de los oficios de la construcción la desarrollaron los indígenas, quienes adquirieron el conocimiento técnico como aprendices en los talleres de carpintería, albañilería, cantería, tejería, pintura y las artes de la cal, lo que les permitió trabajar en el medio urbano en Tunja, Santafé de Bogotá y otras ciudades del territorio.

Durante este periodo llegaron artífices de España que formaron locales con alta calificación y desarrollaron obras a partir de dibujos de muy diversas trazas de cubiertas, fachadas, plantas arquitectónicas, portadas y capillas. Estos carpinteros y canteros conocían los tratados y manuales, así como libros profesionales que les permitió realizar obras de gran complejidad.

Cada profesional incorporaba en el edificio su propio saber técnico y artístico y conformaba con los otros oficios una obra coherente y funcional. Cada campo de la construcción –carpintería, albañilería o cantería– se centraba en el dominio del material y no en la reflexión y control de un proyecto. El edificio se iba haciendo a partir de una idea esencial a la cual se le adicionaban y transformaban naves, capillas y fachadas en un proceso de construcción fragmentada, pero encaminado a consolidar la idea inicial. Ejemplos de estos procesos son las iglesias de San Francisco y de Nuestra Señora de las Aguas en Bogotá, la Catedral de Santiago de Tunja y el conjunto de la Merced en Cali.

 

 

Izq. Iglesia de San Pedro Claver en Cartagena Derecha Catedral de Santa Marta, Santa Marta, proyecto del maestro Foto.Diego de Rueda, 1790.

Izq. Iglesia de San Pedro Claver en Cartagena Derecha Catedral de Santa Marta, Santa Marta, proyecto del maestro Foto.Diego de Rueda, 1790.

 

La iglesia, siglo XVII y XVIII

Es desde el siglo XVII cuando se conocen proyectos concebidos como una obra total. Uno de ellos es el conjunto de la iglesia de San Ignacio, de 1610, del sacerdote jesuita Juan Bautista Coluccini, ­en cuyo plano se puede observar un proyecto integral, que fue poco modificado durante su construcción.

Otro ejemplo que revela un control de la idea inicial es la iglesia de La Candelaria en Bogotá (Diego Sánchez de Monte Mayor, 1686). De igual manera, el proyecto y la reconstrucción de la Catedral de Santafé de Bogotá, que en 1805 Fray Domingo de Petrés asumió a partir del plano del proyecto

Algunos edificios religiosos del medio urbano

La catedral

Es el templo más importante de una ciudad a cargo del obispo y el deán. Es el lugar donde reside la silla o cátedra del obispo y donde se establece el cabildo religioso junto a la comunidad de dignidades, canónigos y prebendados que la componen. Allí se trata todo lo relacionado con el gobierno de la Iglesia.

Para el siglo XVI toda catedral, además de tener las partes fundamentales de un templo, debía revelar su importancia en la ciudad a través de su monumentalidad. Debía estar constituida por un espacio jerarquizado en el que se destacaran la capilla mayor o presbiterio donde se ubican el altar, el transepto, la nave para los fieles, el coro, el bautisterio, el campanario y la fachada que conecta con el atrio donde los fieles se reunían para asistir al oficio religioso.

Varias catedrales fueron construidas durante el periodo de dominación española, entre estas se destacan las de Bogotá, Tunja, Santa Marta, Cartagena y Santa Fe de Antioquia.

 

Izq.Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción en Santa Fé de Antioquia. Derecha Interior de la catedral de Bogotá. Foto Maríadel Pilar López Pérez.

Izq.Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción en Santa Fé de Antioquia. Derecha Interior de la catedral de Bogotá. Foto Maríadel Pilar López Pérez.

 

La iglesia conventual

Es el templo que forma parte de un conjunto religioso reconocido como convento. Estos complejos arquitectónicos están dedicados a un santo o santa titular y quien lo administra y gobierna es el prior. En el caso de los conventos de hombres monjes algunos de sus titulares fueron conocidos como doctores de la iglesia cristiana, es el caso de San Agustín, quien creó comunidad y escribió su propia regla.

Otras órdenes, como los predicadores o dominicos, los mendicantes o franciscanos y los jesuitas con una orientación apostólica y sacerdotal, fueron representados respectivamente por Santo Domingo de Guzmán, San Francisco de Asís y San Ignacio de Loyola, y cada uno estableció las reglas para su comunidad.

Cada conjunto religioso o convento, además de tener las zonas para el estudio, el buen gobierno, el descanso, el servicio y áreas de trabajo, cuenta con la iglesia para la celebración de la liturgia. En las estancias de mayor significación para la comunidad, como el claustro, la sala capitular, el refectorio, la sacristía y el mismo templo, se subraya la importancia del titular de la orden a través de una narración visual en retablos, relieves, pinturas y esculturas dispuestos en muros y fachadas, en la capilla mayor y las colaterales, en púlpitos y otros elementos.

En Colombia se ha perdido gran parte de estos testimonios, sin embargo quedan algunos ejemplos como el convento de Monguí de misioneros franciscanos y el convento de San Agustín en Tunja. También las iglesias de San Agustín y de San Francisco, el conjunto religioso de San Ignacio y la iglesia de Santa Clara en Bogotá y el convento de la misma orden de monjas en Tunja. Centros religiosos donde todavía se pueden leer algunas imágenes relacionadas con los santos titulares como los pasajes sobre la vida de San Francisco, rituales de los monjes franciscanos, iconografías asociadas a Santa Clara, historias de San Agustín y temas relativos a la teología y a los misterios de la fe en el altar mayor de la iglesia de San Ignacio. También se encuentran el Santo Ecce Homo en Boyacá, el conjunto religioso de San Pedro Claver en Cartagena y el convento del desierto de la Candelaria en Ráquira, Boyacá.

La iglesia parroquial

Se ubica en el territorio de la parroquia, la cual presta sus servicios a la comunidad de parroquianos correspondientes a su jurisdicción espiritual y es administrada por un cura párroco. Tiene los mismos elementos formales que la catedral, pero a menor escala. A ella concurren los fieles a la instrucción religiosa, al culto divino y a recibir los sacramentos. Ejemplos de estos templos son las iglesias de Santa Bárbara, la de Nuestra Señora de Las Aguas o las desaparecidas iglesias de Las Nieves y San Victorino, en Bogotá.

 Izq.: Iglesia del convento de Santo Ecce Homo en Boyacá. Foto Marta Ayerbe. Der.: Iglesia de San Francisco en Popayán.

 Izq.: Iglesia del convento de Santo Ecce Homo en Boyacá. Foto Marta Ayerbe. Der.: Iglesia de San Francisco en Popayán.

 

La ermita

Es un templo tipo santuario o iglesia pequeña, está dedicada a un santo o a una advocación mariana y situada, por lo común, en una zona despoblada o en los entornos de una ciudad. Por su ubicación extrema también alberga la casa de un religioso encargado de ella.

Tiene como fin ser un lugar de oración y recogimiento de uno o pocos religiosos y donde, a diferencia de los templos construidos en la ciudad, no se oficia misa todos los días, no se hace celebración del culto de manera permanente, pero sí se realiza el oficio divino de acuerdo con las necesidades del lugar, por ejemplo todos los años se celebra la misa en honor al santo titular junto con los respectivos festejos.

En el Nuevo Reino de Granada, durante los siglos XVI al XVIII, se crearon varias ermitas en los entornos de las ciudades, pero fue en el siglo XVI y en los comienzos del XVII cuando se establecieron la mayor cantidad. En los entornos de Tunja surgió por acción del cabildo de la ciudad la ermita San Laureano. También surgieron gracias a donaciones de personas y familias y sirvieron mucho a la población rural con la que crearon un vínculo menos protocolizado. Estas revelan datos muy significativos para la historia de la arquitectura religiosa.

La capilla

Es una construcción contigua o separada del cuerpo de la iglesia, la cual forma iglesia aparte, con advocación particular de un santo.

Se crea por acción de la Iglesia o de particulares y puede tener como titular una imagen milagrosa o una imagen protectora de devoción. Surge para representar a una cofradía o una capellanía y también por la necesidad de establecer el culto a una imagen. Ejemplos de estas son la capilla de los Mancipe en la catedral de Tunja y la capilla de la Virgen de la Inmaculada en la iglesia de San Francisco en Bogotá.

Portada de la Catedral de Santiago de Tunja, realizada por Bartolomé Carrión en 1597. Tunja. Foto María del Pilar López Pérez. Ermita de San Laureano, primera iglesia construida en Tunja en 1566. Foto María del Pilar López Pérez.
Izq.:Portada de la Catedral de Santiago de Tunja, realizada por Bartolomé Carrión en 1597.Tunja. Foto María del Pilar López Pérez. Der.: Ermita de San Laureano, primera iglesia construida en Tunja en 1566. Foto María del Pilar López Pérez.

 

Bibliografía

AGN. Notaría 1ª, Bogotá. Tomo 36. Protocolo 1619-1620.

ARB. Notaría 2ª, Tunja. Tomo I, Testamento 1579. Protocolo 1659.

Basurko, Xabier. Historia de la liturgia. Barcelona, Biblioteca Litúrgica, 2006.

Combariza Díaz, Leopoldo. La Catedral Metropolitana de Tunja – historias, espacios, formas. Tunja, Academia Boyacense de Historia, 2008.

Corradine, Alberto. Historia de la arquitectura colombiana. Colonia 1538-1850. Bogotá, Biblioteca de Cundinamarca, Escala, 1989.

León, Vicente; Mejía, Germán; Cuéllar, Marcela y otros. Fray Domingo de Petrés en el Nuevo Reino de Granada. Bogotá, Alcaldía Mayor, 2012.

Rentería Salazar, Patricia. Arquitectura en la iglesia de San Ignacio de Bogotá – modelos, influjos, artífices. Bogotá, CEJA, 2001.

Salcedo Salcedo, Jaime. “Mudéjar en Colombia y Venezuela. Arquitectura y urbanismo”. En: El arte mudéjar. Zaragoza, Ediciones Unesco e IberCaja, 1995.