Germán Colmenares
Septiembre de 2016
Por :
Margarita Garrido

GERMÁN COLMENARES: RENOVADOR DE LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA

Colmenares (1938-1990) tuvo una vida corta y prolífica. Murió a sus 51 años de edad, dejando una obra amplia, sólida y brillante la cual ha sido conocida y discutida en este país y fuera de él en exclusivos medios universitarios y está apenas llegando al público general. Publicó transcripciones documentales, libros y artículos, traducciones y reseñas críticas, especialmente en el campo de la historia, con cortas y sugestivas irrupciones en la crítica literaria, de cine y de arte. Sus trabajos significaron avances, marcaron rupturas y señalaron nuevos rumbos para la historiografía en los ámbitos regional, nacional y latinoamericano. Podemos decir, sin lugar a dudas, que Colmenares transformó en diversos sentidos la forma de concebir la historia de Colombia.

Su tesis de grado fue la base de su primer libro, Partidos políticos y clases sociales, en el que se presentó un tratamiento novedoso de esa relación histórica en el siglo XIX; sus trabajos se dedicaron a la comprensión de la estructura económica y social de la Nueva Granada en el período colonial, campo de estudio en el que ya había incidido significativamente su maestro Jaime Jaramillo Uribe. Colmenares renueva la forma de aproximarse a las fuentes documentales, insistiendo en la necesidad de construirlas desde nuevas preguntas, inspiradas en los debates que se daban en Latinoamérica y en Europa, y produce unas historias donde se hacen visibles los sistemas regionales con sus propios problemas y conflictos. En su mayor parte, los trabajos de Colmenares, sobre todo en esta larga etapa, son de estudio sobre historias regionales. Primero el oriente: Encomienda y población en la provincia de Pamplona, La provincia de Tunja en el Nuevo Reino de Granada; y después, desde la Universidad del Valle, el occidente: Cali, terratenientes, mineros y comerciantes en el siglo XVIII y Popayán, una sociedad esclavista. En 1973, en su Historia económica y social de Colombia, ofrece un panorama bastante completo y complejo de los siglos XVI y XVII. En 1979 presenta una segunda parte que, aunque no encuentra una completa continuidad con el primer tomo, pues corresponde al estudio sobre Popayán en el siglo XVIII, constituye otro significativo aporte en el campo de las estructuras económicas y sociales de la colonia.

Germán Colmenares "Historia económica y social de Colombia, 1537-1719", 1975

 

En los ochenta retomó el camino iniciado tempranamente en el campo de la historia de las ideas, centrando sus reflexiones en lo que gustaba llamar el oficio del historiador y alimentándose de trabajos teórico-metodológicos de las escuelas francesas e inglesas, algunos de los cuales tradujo o reseñó, y de la moderna crítica literaria. En esta nueva etapa sus preguntas sobre los modelos y los lenguajes fueron afrontados con un visible dominio de procesos y contextos históricos y una formidable formación conceptual. En Convenciones contra la cultura, su último libro, afrontó decididamente la crítica de las convenciones que encadenaban a arqueotipos literarios el lenguaje de los historiadores decimonónicos, que enrarecieron las representaciones del pasado. Es un ensayo denso y sugestivo, en el cual descubre cómo las representaciones del pasado elaboradas por los historiadores de las nuevas repúblicas hispanoamericanas estaban divorciadas de la red de significaciones originales de su propia cultura. Ellos escondían mal su hostilidad hacia lo autóctono, e interpretaban los eventos de acuerdo con un imaginario heroico y un marco nacional prestado a la historiografía europea, que buscaba disimular los conflictos y dar fundamento a las jóvenes naciones.

En su artículo "Sobre fuentes, temporalidad y escritura de la historia" propuso desplazamientos fundamentales, partiendo de una reflexión sobre la relación de la historia con las ciencias sociales y las humanidades, que lo llevó al planteamiento de las preguntas al pasado desde la cultura, entendida como "campo total de las significaciones históricas", y lo que ello implicaba para el uso de las fuentes y la escritura de la historia. En sus últimos trabajos -"La economía política de las indias", "La ley y el orden social: fundamento profano, fundamento divino", y su continuación en "El manejo ideológico de la ley en un período de transición"- los préstamos a la antropología, la sociología, la lingüística y a la filosofía, hechos con prevención de ahistoricidad y anacronismo, permitieron que las preguntas sobre el entramado social básico se fueran desplazando desde la economía hacia la cultura, hacia la naturaleza íntima de la sociedad y sus aspectos simbólicos, logrando un excelente balance entre la narrativa y la coherencia analítica.

Germán Colmenares dedicó su vida a investigar, a escribir y a enseñar la historia de nuestro país. Fue un hombre de universidad e hizo escuela. Su obra se distingue por su originalidad y la amplitud de sus horizontes de interpretación, por la transparencia en la construcción y en el uso de las fuentes, por sus debates sobre el método, por el diálogo interdisciplinario al que incitó abiertamente, por su rigor académico y su carácter polémico. Sus trabajos son hoy referente obligado de quienes quieren comprender el pasado de nuestras sociedades.