Barricadas preservadas hoy en Ypres. Fotografía shutterstock
Septiembre de 2015
Por :
Credencial Historia

CRONOLOGÍA

1914 

9–12 de septiembre, 

~ Primera batalla del Marne.

29 de octubre 

~ El imperio otomano entra en la guerra con Alemania y Austria.

~ Noviembre 

Primera batalla de Ypres.

Durante la primera batalla de Ypres, noviembre de 1914, tropas de soldados alemanes inexpertos, la mayoría estudiantes, perpetraron un ataque frontal contra experimentados soldados ingleses y franceses. Yacen más de 44.000 alemanes sepultados aquí. Foto shutterstock

 

1915 

Marzo 

~ Derrota del ejército austrohúngaro en Pzemysl.  

Abril–mayo 

~ Segunda batalla de Ypres. 

25 de abril 

Tropas aliadas son bloqueadas por los turcos en Galípoli.

26 de abril 

~ Tratado de Londres. Italia entra en la guerra junto con los aliados.

~ 7 de mayo 

Alemanes hunden al mercante británico Lusitania.

Estampilla impresa en Gran Bretaña en 1915, en memoria del Lusitania torpedeado por los alemanes.  Fotografía Shutterstock

5 de octubre 

~ Bulgaria entra en la guerra con Alemania y Austria-Hungría.

Finales de 1915

~ Conquista de Serbia y Montenegro por Austria-Hungría.

 

La prensa colombiana de la época y sus revelaciones

 

Observar los periódicos es acceder a una información riquísima en detalles, a la narración del día tras día, de los ‘tires y aflojes’ de los ejércitos, las escandalosas cifras de los muertos, la vida privada de los personajes; una atmósfera colorida, a pesar de errores frecuentes como el contenido en este titular de El Nuevo Tiempo del 5 de agosto de 1914: 

“Alemania invade a Francia por Suiza”

Hay, también, titulares absurdos, por decir lo menos, como este del 17 de abril de 1915 del mismo periódico:

“Mr, Grey salió de incógnito para Roma a negociar la paz”

La prensa colombiana da cuenta, también, de acusaciones formuladas por los bandos enfrentados en Europa sobre supuestas faltas a la neutralidad por parte de nuestro país. El 18 de noviembre de 1914, se publicó la nota informativa “Quejas de Inglaterra y Francia contra Colombia y Ecuador”: 

“…la cancillería británica de acuerdo con el gobierno francés ha dirigido, por medio de las representaciones de aquellas naciones en Bogotá y Quito, una notificación a los gobiernos de Ecuador y Colombia en el sentido de exigir a estas naciones que den estricto cumplimiento a las leyes de la neutralidad”. 

Se explica más adelante que la queja se derivaba de la divulgación de información proveniente de las estaciones inalámbricas ubicadas en las costas colombianas. Pero los alemanes también se quejaban, como lo registra El Nuevo Tiempo el 1° de diciembre de 1914, al referirse a la solicitud de mesura del canciller, Marco Fidel Suárez, a instancias de la Embajada alemana. El periódico responde: “esa queja parece ya una vislumbre, un amago de autoridad extraña en un país libre… Otro diario, La Unidad, tiene el privilegio de publicar las informaciones oficiales y privadas, informaciones que recibe la legación alemana, que no nos suministran, no obstante que en obsequio de la imparcialidad, las hemos solicitado para publicarlas gratis”. 

Y, por supuesto, los periódicos nacionales no se resistieron a tomar partido. La Unidad, fundado por Laureano Gómez, defendió vehementemente la posición alemana. En el artículo titulado “El bloqueo alemán y el Lusitania”, el comentarista Alberto Garcés Molina, Ox, señala: 

“… el Lusitania (…) ha sido torpedeado y hundido por uno de esos tabacos grises que se llaman submarinos… –‘Es un crimen, repiten, un horrendo crimen’, pero a los buenos señores no les parece crimen ni piratería el que Inglaterra, al principio del conflicto y abusando de su situación marítima más ventajosa, haya arrebatado a Alemania numerosos buques mercantes”.

Las notas de Jenaro Guerrero en la misma publicación no dejan dudas:

“Con todo, Alemania saldrá victoriosa, Dios mediante, en el duelo solemne, en la sangrienta lucha a que ha sido retada por las naciones que se han amotinado contra ella, solo por envidia a su grandeza y a su gloria”.

Meses antes, el 1° de octubre de 1914, El Nuevo Tiempo transcribía el artículo “Inglaterra y la guerra”, del escritor británico H.G. Wells: 

“La victoria de Alemania significará el entronizamiento permanente del dios de la guerra en los asuntos humanos”. 

Un aviso publicitario situado justo debajo de estas declaraciones, no deja de producir una sonrisa:

“Somos neutrales… y vendemos con descuento: cigarrillos de La Habana y Egipcios. Champañas. Vinos tintos y blancos...” Pedro Londoño Sáenz y Co.

El 5 de diciembre una vez más El Nuevo Tiempo, reproduce un artículo del escritor italiano Gabriel D’Annunzio, aparecido en Le Journal de París, en el que interpreta el drama europeo:

“Es una lucha de razas: un choque de poderes inconciliables: un desafío de sangres rivales que los enemigos del hombre latino conducen según la bárbara ley de hierro de los antiguos tiempos”.

El 7 de noviembre, Gaceta Republicana aparece con este título: 

“La familia Olaya Herrera fuera de peligro”.

“El cónsul de Colombia en Buenos Aires ha comunicado al Ministerio de Relaciones Exteriores que el vapor inglés en que venía el doctor Olaya Herrera con su señora esposa y su niña fue hundido por el vapor alemán después de desembarcar a los pasajeros en las costas del Brasil”. 

Los colombianos o anglo colombianos que participaron en la guerra, también merecieron sus cuartillas. 

El 16 de noviembre de 1914 Gaceta Republicana publica el reportaje “Hablando con un colombiano que combatió al lado de los belgas”. Era el estudiante José Alarcón, quien explicaba: “La aproximación de los alemanes se verificó con rapidez inconcebible y el asedio que a la pocas horas hicieron a la plaza de Lieja, convirtió a la Universidad en un cuartel”. 

“Dos bogotanos en el ejército inglés”, publica el mismo periódico el 16 de abril de 1915, con las fotos de los oficiales William y J. A. Boshell, “uno de ellos, según los boletines publicados por el gobierno inglés, se encuentra gravemente herido”.

Días más tarde aparece la foto de “Isabel de Rumania, una de las princesas más bellas de Europa, une a su hermosura un noble corazón patriota. Actualmente organiza los servicios de la Cruz Roja entre la alta sociedad rumana…”